"Ser impuntual esconde una noción de desencuentro", afirma una psicoanalista

En un mundo como el actual, en el que todos estamos tratando de hacer cada vez más cosas, pareciera que la gente corre contra el reloj. Pero aunque todos están en la misma carrera contra el tiempo, hay un tipo de personas a las que pareciera que, simplemente, no les importa llegar tarde.

“A la situación hay que pensarla en términos relacionales, porque no lo carga la persona en los genes, tiene que ver con un vínculo que no tuvo para ese encuentro”, dijo Elsa Wolfberg a Una mañana para todos de Cadena 3 Rosario.

Según la profesional existen varias razones como “exceso de compromisos para poder cumplir, poca motivación, baja autoestima, perder la noción del tiempo sumergido/a en otra cosa”.

“El compromiso para una agenda es como una sobreexigencia de ellos, ya sea por quedar bien por ejemplo”, dijo la psicoanalista y según aclara “la baja motivación tiene que ver con la ambivalencia que esa persona tiene con el encuentro, es algo que no tiene resuelto ni empatía con sus sentimientos”.

Wolfberg dijo: “No creo que sea una falta de respeto como condición pero si como consecuencia de ese encuentro”.

En tanto que señala que “las personas puntuales no se dejan influir por otras cosas, además señala que estas situaciones no son motivo para consultar a un terapeuta, sino que es colateral”.

“Es una conducta modificable, pero no desde el deber ser sino por valorización de vínculos con personas o empresas”, afirmó.