Pyme cordobesa, la única certificada para exportar calibres

La metalúrgica cordobesa Gerbaudo S.A. obtuvo la certificación del American Petroleum Institute que la convierte en una de las diez empresas habilitadas en el mundo, y la única de América Latina, para exportar a nivel global calibres para verificar roscas utilizadas en la industria de hidrocarburos.

A través del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) se conoció que en julio la Pyme familiar, ubicada en Montecristo y que emplea a 30 personas, recibió una certificación del sistema de gestión de calidad bajo la norma API Q1 y la recertificación de la norma ISO 9001:2015.

“Estamos muy contentos. Esto nos abre las puertas del mundo y nos permite posicionarnos para que se conozca que en Argentina, y desde Córdoba, hay empresas con esta capacidad”, dijo a Cadena 3 la socia gerente de la empresa, Inés Gerbaudo.

Elemento clave

Adelantó que la certificación les permite además hacer calibres máster, “los calibres que controlan calibres”, detalló.

“Un calibre es un roscado que se utiliza para controlar las roscas en las tuberías del petróleo y gas. Brindan seguridad y la asegura para evitar incidentes”, explicó sobre el elemento específico.

Entre las diez del mundo, la única de América Latina

“El reconocimiento del API es una gran noticia porque convierte a la metalúrgica en la única empresa de Latinoamérica certificada con aval internacional para el mercado interno y la exportación de este tipo de calibres y abre nuevas líneas de negocio”, resaltó Juan Forastieri, director del área de Metrología Física del INTI, a Télam.

Empresa familiar

Metalúrgica Gerbaudo fue fundada en 1964. Comenzó trabajando con autopartes hasta 1981, cuando se acercaron al INTI para la trazabilidad metrológica de sus mediciones y su sistema de calidad.

Una buena en medio de la pandemia

“Hace muchos años que venimos atrás de esta meta y la pudimos lograr dentro del encierro. No nos quedamos quietos”, dijo a Cadena 3 Juan Gerbaudo, presidente de la empresa.

Por la pandemia del coronavirus estuvieron un mes sin producir, pero cuando pudieron volver la demanda cayó. 

“Fabricábamos alrededor de 30 juegos mensuales y en los últimos cuatro meses entró sólo una orden de 30 calibres”, contextualizó el hombre, que está en el sector desde hace cuatro décadas.

“Esto vino a dar energía positiva”, dijo su hija Inés. El padre adelantó que cuando se retome la producción deberán incorporar mano de obra especializada.

Entrevistas de Alejandro Bustos.