Secuestro de marihuana edificio Chacabuco Centro Córdoba droga
Secuestraron 37 ladrillos de marihuana en pleno centro de Córdoba.
Secuestraron 37 ladrillos de marihuana en pleno centro de Córdoba.
Secuestro de marihuana edificio Chacabuco Centro Córdoba droga
Secuestraron 37 ladrillos de marihuana en pleno centro de Córdoba.

Narcotráfico

La crónica íntima de la mejicaneada narco en el Centro

18/01/2022 | 10:09 | Paso a paso, cómo fue el intento de robo en un edificio que permitió descubrir más de 25 kilos de marihuana.

Juan Federico

El patrullero viajaba por Chacabuco, de sur a norte. El domingo comenzaba a despedirse y la adrenalina de los policías asignados al Centro de la ciudad de Córdoba ya estaba disminuyendo después del incendio que obligó a evacuar a los habitantes de un edificio entero frente al Patio Olmos.

Fue en ese instante que una mujer comenzó a hacerle señas a los uniformados, que frenaron a poco más de un metro de la vereda, ya que allí se está ejecutando una obra para angostar la avenida.

Mientras que la mujer policía se quedó arriba del patrullero, un agente bajó a entrevistar a quien le acababa de pedir auxilio.

"Acá adentro hay movimientos extraños, acabamos de escuchar ruidos", le dijo la mujer mientras señalaba hacia el interior del edificio ubicado en Chacabuco 269.

-¿Vio a alguien extraño?, le preguntó el policía.

-Recién vi bajar a dos. Les pregunté qué hacían y me dijeron que iban al departamento de un hermano, pero me parecieron raros.

Cuando el agente giró la cabeza se topó con los dos sospechosos ya en la vereda, a pocos pasos de él. Las miradas se cruzaron en ese instante en el que todo se vuelve frío, pese al calor que aún se registraba en Córdoba en medio de las primeras gotas de la noche.

Los jóvenes no dudaron y reaccionaron de inmediato: uno, el que llevaba dos cajas de seguridad y una bolsa grande, volvió sobre sus pasos y se internó otra vez en el edificio. El otro, corrió por Chacabuco en dirección a calle Entre Ríos, y se subió a un Volkswagen Bora con el que escapó del lugar a toda velocidad.

El policía no dudó: entró en el edificio en busca del sospechoso que le quedaba. Por radio, comenzó a solicitar refuerzos.

En pocos segundos, otros dos policías que suelen caminar esas cuadras ya estaban con él. El sargento Marcos Arce fue el que tomó las primeras decisiones: ordenó cerrar el ingreso del edificio, trabar los ascensores y comenzar a subir con la premisa de revisar piso por piso.

En la planta baja se asomó un vecino. Tenía en su mano una caja de seguridad. "Acaba de caer en mi patio", les dijo a los policías mientras se las entregada.

En segundo, "empezó a llover el yuyerío", según describiría después una fuente policial. ¿De qué se trataba? El sospechoso comenzó a arrojar por la ventana de un departamento de los pisos superiores varios ladrillos de marihuana que, según se presume, acababa de robar. Se trataba del botín que intentaba llevarse escondido en la bolsa, junto a las dos cajas de seguridad.

La droga comenzaba a desperdigarse, en medio de la oscuridad, por los techos y patios de construcciones aledañas.

Al llegar al séptimo piso, los policías se toparon con el sospechoso. Detrás de él, estaba la puerta reventada de un departamento. Al preguntar en los domicilios del mismo piso, los vecinos referirían luego haber escuchado potentes ruidos allí. No hay dudas: la cerradura cayó y la puerta de madera se partió.

Adentro, todo parecía ser un domicilio familiar. Una cocina, una heladera, un living, una cama. Pero algo no cerraba. Todo lucía demasiado intacto. Un despensero abierto sólo tenía bandas elásticas adentro, "como las que se usan para los fajos de billetes".

Los intrusos sólo se habían dirigido allí: ni el televisor habían tocado. Se sospecha que de ese lugar se llevaron los ladrillos de marihuana y las cajas de seguridad.

Una de las pequeñas cajas pesaba bastante: como si estuviera repleta de billetes. De la otra comenzaba a asomar una sustancia blanca, por lo que se iban a pedir peritajes una vez que la Justicia ordenara su apertura, según contaron las fuentes consultadas.

El sospechoso que fue atrapado allí, quedó detenido. Se trata de Ignacio Julián Rodríguez, un joven de 24 años con domicilio en barrio General Belgrano, próximo a avenida Capdevila, en el noreste capitalino, de acuerdo a lo que reza en su identificación oficial. Mientras quedaba detenido, su madre llegó hasta el edificio para acercarle una medicación.

La causa se dividió en dos: el robo, por un lado, y el hallazgo de la marihuana, por el otro.

En medio de la noche, los policías comenzaron a saltar entre los techos para poder encontrar los ladrillos de marihuana arrojados por la ventana. Una gran parte había caído en el patio interno de un gimnasio cuyo acceso está por calle Corrientes.

En ese momento, se lograron encontrar 29 ladrillos que representaban 21 kilos. A media mañana, en una nueva inspección, se hallaron siete ladrillos de marihuana más. El peso total, según adelantó Cadena 3, orilla los 26 kilos.

/Inicio Código Embebido/

Mirá también

/Fin Código Embebido/

Al por mayor, esta cantidad de droga supone una inversión de un millón y medio de pesos. Cifra que se multiplica varias veces cuando la marihuana es fraccionada y comercializada al menudeo.

Por ahora, la causa narco quedó radicada en el fuero provincial de lucha contra la venta de drogas al menudeo. Fuentes judiciales aseguran que por la cantidad hallada y al no existir sospechas de que en ese lugar se haya vendido al menudeo, en algún momento el expediente será girado al fuero federal.

Sucederá lo mismo que ha pasado con los dos últimos secuestros de drogas por parte de la Policía, fuerza que no tiene competencia para intervenir en este tipo de casos.

Tanto con el hallazgo de 786 kilos de marihuana el martes de la semana pasada en barrio Müller, como con el secuestro de un "vivero" de la misma droga en barrio Talleres Este, el jueves, en este caso se repite la misma paradoja: importantes cantidades de sustancias secuestradas, pero ningún narcotraficante en la mira.

En lo que respecta al edificio de calle Chacabuco, las fuentes consultadas coincidieron en trazar la misma sospecha: una "mejicaneada". O sea, robos entre delincuentes.

Se sabe que los intrusos ingresaron con una llave por la puerta principal del edificio. Y que fueron directo a ese departamento del séptimo piso y que allí sólo buscaron la droga y las cajas de seguridad. O sea, que sabían muy bien lo que querían llevarse.

Incluso, un vecino dijo que creía reconocer al joven ahora detenido porque ya lo habría visto antes en ese departamento.

Ahora bien, ¿quién habitaba ese domicilio? La dueña ya fue localizada por los policías. Dijo que ella se lo alquilaba a una mujer joven. Vecinos dijeron haber visto a esta muchacha muy pocas veces, acompañada por un niño.

A simple vista, se corroboró que la inquilina, cuya identidad ya tiene la Justicia, no vivía allí. En realidad, todo indica que nadie vivía allí.

La heladera estaba vacía y todo lucía impecable, como si nadie lo hubiese tocado en meses. Incluso, la dueña advirtió que la colcha de la cama parecía no haber sido tocada jamás, ya que estaba del mismo modo en el que ella la había dejado al momento de firmar el alquiler. "Da la pauta que lo usaban para acopiar y nada más", apuntó una fuente.

Un acopiadero camuflado en un edificio habitado por trabajadores y jubilados en medio del Centro. Una historia criminal que recién comienza a escribir sus primeros capítulos.

Te puede Interesar

Narcotráfico

Se trató de un operativo de la Policía de Córdoba. Es el segundo hallazgo "por casualidad" de droga, materia que no es competencia de la fuerza. Ocurrió en barrio Talleres Este, de Córdoba.

Narcotráfico

El hallazgo de la droga en un lavadero de barrio Müller, en la ciudad de Córdoba, abrió toda clase de suspicacias. Dudas en la Justicia federal.

Inseguridad de Córdoba

Pese a que quedó filmado, la Policía no logra atrapar al delincuente que le disparó al dueño del local. El joven permanece internado.

Inseguridad en Córdoba

La odontóloga que fue atropellada por los ladrones que le robaron su auto en barrio Empalme, volvió a su casa tras más de un mes de internación.