La deliciosa tradición de las medialunas con dulce de leche

Las medialunas son uno de los íconos más representativos de la repostería argentina. Su origen se remonta a la influencia de la cultura europea, especialmente de la pastelería francesa, en la mesa local. Con el transcurrir del tiempo, este dulce se transformó en un símbolo de la identidad argentina, siendo parte esencial de la merienda y del desayuno cotidiano.

Preparadas con una masa hojaldrada, las medialunas presentan una textura suave y crujiente al mismo tiempo. La combinación con dulce de leche, el famoso producto argentino que ha conquistado paladares en todo el mundo, hace que este postre sea irresistible. Ideal para compartir en una tarde de mate o como un antojo a cualquier hora del día, estas medialunas han establecido su lugar en la gastronomía local y son, sin duda, un imperdible en cualquier encuentro social.

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La razón para disfrutar de medialunas con dulce de leche en esta época del año tiene que ver con el clima. Durante los meses de otoño e invierno, la calidez de una medialuna recién horneada puede brindar ese reconfortante abrigo que tanto se busca. Como si se tratara de un abrazo, el dulce de leche derritiéndose en su interior añade una capa de placer que acompaña perfectamente a una taza de café o de té. Para muchos argentinos, esta combinación evoca recuerdos entrañables, siendo un clásico en las mesas familiares.

La receta de medialunas es bastante sencilla y los ingredientes son comunes en la cocina argentina. La masa se elabora principalmente con harina, manteca, agua, levadura y un toque de azúcar. El proceso requiere tiempo y paciencia, aunque el resultado final vale cada minuto de espera. Al ser un dulce muy versátil, las medialunas pueden prepararse en dos versiones: las dulces y las saladas, siendo las primeras las más popularizadas.

En la actualidad, muchas panaderías y cafeterías ofrecen medialunas con dulce de leche como parte de su oferta, pero nada se compara con el sabor de las hechas en casa, que reflejan el amor y dedicación puesto en cada paso del proceso. Cocinar medialunas no solo es un deleite para el paladar, sino también una forma de conectar con la rica herencia culinaria argentina.

Pasos

1. En un bol grande, se mezclaron 500 gramos de harina con 30 gramos de azúcar y una pizca de sal. Luego, se hizo un hueco en el centro para incorporar 10 gramos de levadura fresca y 250 ml de agua tibia.

2. Se integraron bien los ingredientes con una cuchara de madera y se amasó la mezcla hasta obtener una masa lisa que se dejó reposar durante 30 minutos cubierta con un paño húmedo.

3. Pasado el tiempo, se extendió la masa en una superficie enharinada, formando un rectángulo. Se untó con 200 gramos de manteca bien fría. Después, se plegó la masa en tres partes como un sobre y se dejó reposar por 15 minutos más.

4. Se volvió a estirar y plegar en tres, repitiendo este paso dos veces más para conseguir las capas hojaldradas.

5. Luego, se cortaron triángulos de unos 10 cm de base y se enrollaron desde la base hacia la punta de forma que tomen la característica forma de medialuna.

6. Las medialunas se colocaron en una bandeja para horno enmantecada y se dejó levar por 45 minutos. Antes de hornear, se pincelaron con huevo batido.

7. Finalmente, se hornearon a 180°C durante aproximadamente 15 minutos, o hasta que estén doradas. Una vez frías, se rellenaron con dulce de leche al gusto.