El fiscal de Cibercrimen ya interviene en el escándalo por la fotos en Jefatura

Sigue el escándalo en la jefatura de la Policía de Córdoba, con denuncias de mujeres policías que han sido víctimas de acoso.

En el área de medicina laboral, las mujeres detectaron que alguien ingresaba una mano con un celular para fotografiarlas mientras estaban en el baño.

Según se investiga, el cabo aprovechaba un caño roto que comunicaba el baño de mujeres con el de varones para llevar a cabo sus acciones. La víctima, que se encuentra con carpeta psiquiátrica, nunca pudo volver a trabajar tras el incidente.

El cabo, que tenía dos celulares, fue denunciado y se abrió una causa que inicialmente no avanzó en el polo de la mujer, quedando en una contravención. Sin embargo, tras la difusión del caso en Cadena 3, la fiscal adjunta Betina Croppi, especialista en Violencia de Género, intervino y la causa fue trasladada a una fiscalía penal. Hasta el momento, se habla de más de una decena de mujeres afectadas.

Las mujeres involucradas expresan su descontento por la falta de apoyo y acompañamiento. No entienden por qué la causa no avanzó durante tres meses, tiempo suficiente para que el cabo borrara evidencia.

El caso ha sido enviado a la Fiscalía de Cibercrimen, donde se investigan situaciones similares que involucran a un asesor letrado del Poder Judicial. Franco Pilnilk, fiscal a cargo, confirmó que el expediente está en estudio y se han solicitado medidas procesales, incluyendo la autorización para acceder al contenido de uno de los celulares del cabo.

Aunque el cabo no está imputado por el momento, fuentes de la Jefatura indican que podría tener antecedentes y que se encontraba en una situación delicada dentro de la policía. Actualmente, se encuentra apartado en situación pasiva, trabajando en medicina laboral, lo que genera aún más cuestionamientos sobre la gestión del caso.

Informe de Juan Federico.