"El dolor que genera es enorme": ¿qué es el bullying encubierto o silencioso?

La tecnología redefinió el acoso escolar. El "bullying encubierto" o "silencioso" es una modalidad de acoso que crece exponencialmente, especialmente a través de WhatsApp y otras redes sociales. Este fenómeno, muchas veces inadvertido por los adultos, se basa en la exclusión, la cancelación y la humillación sutil, generando un enorme dolor en niños y adolescentes.

Expertos señalan que es una tendencia aterradora: un informe reciente de la Fundación La Nación y UNICEF, a partir de una encuesta a 600 jóvenes de 12 a 15 años, reveló que 3 de cada 10 se sintieron víctimas de exclusión y, lo más alarmante, 7 de cada 10 no lo compartieron con nadie. En diálogo con Cadena 3, la psicopedagoga y fundadora de la Fundación Libres de Bullying, María Zysman, abordó la problemática.

- ¿Qué características tiene esta nueva modalidad que llaman "bullying silencioso" y cómo afecta a los chicos?

Este bullying es mucho más sutil, pero no menos peligroso. Se manifiesta al dejar a alguien afuera permanentemente de diferentes grupos, haciéndolos sentir que no pertenece, ya sea a un chat de WhatsApp o a un juego.

Los grupos de WhatsApp se han vuelto una especie de lugar aspiracional para los chicos, donde se categorizan entre grupos "buenos" y "de descarte". Lo más doloroso es cuando alguien le hace notar abiertamente a otro a esto de que no tiene lugar, o se le exige que se deje escrachar o humillar para poder entrar en un grupo deseado. Mi llamado es a las familias, porque no dimensionamos el enorme poder que tienen estos grupos.

- Cuando un niño o adolescente expresa su temor a ser excluido de un evento, como no querer hacer una fiesta de cumpleaños por miedo a que no vaya nadie, ¿de qué manera se expresa la crueldad en ese acto?

Sucede y es un acto de crueldad con una marca a futuro. Si un chico te dice que no va a hacer una fiesta porque no va a ir nadie, tenés que preguntar cómo lo sabe. Para que un cumpleaños quede vacío, hubo un acuerdo previo que ahora se hace con un simple mensaje privado o un grupo paralelo. La humillación de esperar en el cumpleaños a que nadie llegue, o que solo vengan los primos, es desesperante y es algo que los chicos no lo olvidan más.

- ¿Se podría equiparar la exclusión actual en los grupos de WhatsApp con el clásico "quedar último" al armar un equipo de fútbol en la época predigital?

Hay una diferencia fundamental: si se arma un equipo de fútbol para un torneo, se espera que se elija a los mejores para ganar. En ese caso hay un fundamento de competencia. En un grupo de chat del colegio, no hay quien chatea bien y quien chatea mal. La exclusión de hoy es una arbitrariedad y humillación constante que va más allá del ámbito escolar. La vergüenza es enorme cuando en todas las escuelas saben que a un chico le vaciaron el cumpleaños, o lo dejaron solo.

- ¿Qué podemos hacer los padres para fomentar el diálogo y la contención ante estas situaciones, más allá de la simple reflexión?

Lo ideal sería que los padres logremos hacer acuerdos previos a que las cosas pasen, desde el jardín, por ejemplo, sobre cómo festejar un cumpleaños o cuándo dar un celular. Es difícil, pero es fundamental. Cuando sucede un problema, nadie debería sentirse juzgado como padre. Debemos entender que a todos nos está pasando lo mismo y lo que necesitamos es armar una red, sostenernos. Los padres estamos un poco rotos y a veces, por miedo a que los hijos se enojen, les damos permisos que no están buenos. Pero hay que tener en cuenta que todo va muy rápido, todo es muy dinámico y los chicos a veces están metidos en cosas que los padres no tienen la menor idea.

- Frente a los nuevos términos que usan los jóvenes, como "ghosting" o "doxing", que buscan anular o dañar a otro, ¿cómo podemos los adultos manejar la ignorancia o el desconocimiento para entender lo que viven nuestros hijos?

Siempre hay términos nuevos en la adolescencia que funcionan como un lenguaje propio para que el adulto no entienda. Hoy hay una gran cantidad de palabras que refieren a lo que pasa en las redes y los juegos. El ghosting es convertir al otro en un fantasma, desaparecer de golpe. Aunque haya glosarios para conocer los términos, lo que sí debemos hacer es estar conectados con la emocionalidad de nuestro hijo: si está muy irritable, llorón, o cambia su postura corporal, algo está pasando. El problema es que hay una gran dificultad para conversar; los padres interrogan y los hijos no contestan. Y no nos queda más que conversar, ya que en esta época está muy de manifiesto la dificultad de conversar.

- ¿Cuál es la diferencia fundamental entre el bullying tradicional y este bullying silencioso?

La gran diferencia es que en esta modalidad no hay estereotipos. Hay chicos que en la escuela se portan muy bien, son estudiosos y encantadores, pero detrás de un teclado o un teléfono hacen barbaridades. Debemos quitarnos los estereotipos y saber que esto es silencioso.

Los chicos tienen mucho miedo de que, si los padres se enteran, les quiten el teléfono, que es su única vía de comunicación. Debemos acercarnos con la intención de enseñarles a usarlo de una manera que les haga bien y, fundamentalmente, que no le haga mal a nadie.

Entrevista de Miguel Clariá y "Siempre Juntos".