Investigadores de Institutos de Salud denuncian recortes de Trump en la ciencia médica

WASHINGTON (AP) — Durante el proceso de confirmación de Jay Bhattacharya como director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), este se comprometió a considerar opiniones contrarias a las suyas. “La disidencia”, declaró, “es la esencia de la ciencia”. Sin embargo, ese compromiso se enfrenta a duras pruebas.

El lunes, un grupo de científicos de la agencia presentó una carta dirigida a Bhattacharya, quien fue designado por Trump, titulada Declaración de Bethesda, donde desafían “políticas que socavan la misión de los NIH, desperdician recursos públicos y perjudican la salud tanto de estadounidenses como de personas en todo el mundo”. En la carta se expone: “Nosotros disentimos”.

En una ciudad donde frecuentemente los expertos deben mantener el anonimato para expresar opiniones como esta, más de 90 investigadores, incluyendo directores de programas y oficiales de revisión científica, respaldaron la carta y, con ello, arriesgaron sus carreras.

Enfrentando una "cultura de miedo"

Los firmantes denunciaron una “cultura de miedo y represión” que alegan ha sido impulsada por el gobierno de Donald Trump en el servicio civil federal. “Nos vemos obligados a hablar cuando nuestro liderazgo prioriza el impulso político por encima de la seguridad humana y el manejo adecuado de los recursos públicos”, se dice en la declaración.

La Declaración de Bethesda, que toma su nombre de la ubicación de la sede de la agencia en Maryland, detalla el descontento en la principal institución de investigación en salud pública del mundo en un periodo corto. La carta menciona la cancelación abrupta de 2.100 subvenciones de investigación, que representan más de 12.000 millones de dólares, y los costos humanos que esto ha generado, como la interrupción de tratamientos a pacientes en ensayos clínicos.

Un ejemplo citado es el caso de un estudio apoyado por el NIH sobre tuberculosis multirresistente en Haití, que debió ser interrumpido, afectando el tratamiento antibiótico para los pacientes. Además, se señala que varios ensayos, que estaban casi completados, se volvieron inútiles por falta de financiación para terminarlos. “Terminar un proyecto de investigación de cinco millones de dólares cuando solo está completado al 80% no ahorra un millón de dólares; desperdicia cuatro millones de dólares”, sostiene la carta.

La máscara se cae

La carta, que abarca cuatro páginas y fue enviada a Bhattacharya, al secretario de Salud Robert F. Kennedy Jr., y a miembros del Congreso que supervisan el NIH, fue respaldada por 250 empleados anónimos, además de los 92 firmantes. Jenna Norton, quien supervisa la investigación sobre desigualdades en salud en el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, participó en un foro público para hablar sobre la difícil situación en los NIH, aunque inicialmente ocultó su identidad.

Ahora, con la conciencia clara, fue una de las organizadoras de la declaración y compartió: “Quiero que la gente sepa lo mal que están las cosas en los NIH”.

Los firmantes reconocieron que se inspiraron en la declaración previa de Bhattacharya en octubre de 2020, cuando era profesor en Stanford, que reunió a epidemiólogos que se oponían a lo que consideraban políticas excesivas de confinamiento durante la pandemia de COVID-19. Sarah Kobrin, jefa de una rama en el Instituto Nacional del Cáncer y una de las firmantes, declaró: "Él está orgulloso de su declaración, y nosotros estamos orgullosos de la nuestra".

La investigación sobre cáncer se deja de lado

Kobrin, quien supervisa a investigadores de varios estados financiados por el instituto del cáncer, comentó que los recortes repentinos han desviado su enfoque de mejorar la investigación sobre el cuidado del cáncer a lo que considera una reducción drástica. “Mucho de eso se ha ido, mi trabajo”, especificó.

Por su parte, Ian Morgan, becario postdoctoral del Instituto Nacional de Ciencias Médicas Generales, también firmó la declaración, argumentando que en la ciencia básica: “Te conviertes en médico si quieres tratar a miles de pacientes. Te conviertes en investigador si deseas salvar a miles de millones de pacientes”.

Agregó que están realizando investigaciones que determinarán las curas del futuro, pero advirtió que esto no ocurrirá si el gobierno republicano de Trump persiste en sus severos recortes a las subvenciones.

Los empleados de los NIH que hablaron con la AP enfatizaron que sus opiniones son personales y no representan necesariamente a sus instituciones o al NIH en su totalidad.

Los disidentes abarcan toda la amplitud de los NIH

La declaración obtuvo apoyo de empleados de los 27 institutos y centros de los NIH, la mayoría de los firmantes están directamente involucrados en la evaluación y supervisión de subvenciones externas. La carta manifiesta que “los ensayos de los NIH se están deteniendo sin considerar la seguridad de los participantes” y que la agencia está pasando por alto compromisos adquiridos con los que donaron muestras biológicas con la esperanza de contribuir al descubrimiento científico.

El gobierno de Trump ha atacado la investigación en salud pública desde diversos frentes, parte de un esfuerzo más amplio por erradicar valores de diversidad y equidad en la burocracia, así como por eliminar financiamiento federal a ciertas universidades.

Un hacha contundente se balancea

Esto ha llevado a “cancelaciones indiscriminadas de subvenciones, congelaciones de pagos para investigaciones en curso y la retención de premios, sin tener en cuenta la calidad, el progreso o el impacto de la ciencia”, explica la declaración. Algunos trabajadores han protestado en medios de comunicación y muchos abandonaron una reunión convocada por Bhattacharya.

Esta declaración es el primer intento consolidado para expresar el descontento general en la agencia con la dirección actual de los NIH. Se formó un grupo en la plataforma Signal donde los participantes intercambiaron información sobre el ambiente laboral en los NIH y discutieron rumores, además de proporcionarse apoyo mutuo. La declaración se elaboró en este grupo y se difundió de boca en boca entre las oficinas de los institutos.

Los disidentes recuerdan a Bhattacharya su compromiso de que la libertad académica es fundamental en la ciencia. En abril, expresó que “los científicos de los NIH pueden participar en un discurso académico abierto sin temor a represalias”.

Ahora queda en evidencia si esto será suficiente para resguardar a los empleados que desafían la administración de Trump y a su liderazgo.

“Hay un libro que leo a mis hijos que habla de cómo no puedes ser valiente si no tienes miedo”, compartió Norton, madre de tres pequeños. “Estoy asustada de hacer esto, pero intento ser valiente por mis hijos, porque será aún más complicado hablar en el futuro”.

“Quizás estoy poniendo a mis hijos en riesgo al hacer esto”, continuó. “Y lo estoy haciendo a pesar de todo porque no podría vivir conmigo misma de otra manera”.

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La reportera médica de Associated Press Lauran Neergaard colaboró en este despacho.

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Esta pieza fue traducida del inglés por un editor de AP con ayuda de tecnología de inteligencia artificial.