Crisis de migrantes sin hogar en el aeropuerto de Barajas, Madrid, genera tensiones políticas

Una crisis humanitaria persiste en el aeropuerto de Barajas, Madrid, donde varios migrantes sin hogar se ven forzados a dormir en la terminal. Este fenómeno, que ha aumentado en los últimos años, también ha desencadenado tensiones políticas en el país. Según un informe de France 24, a pesar de un amplio despliegue de seguridad, los migrantes lograron ingresar y ocupar el espacio junto con los pasajeros.

El sindicato UGT reportó que aproximadamente 150 personas no pudieron acceder a la terminal, mientras alrededor de 170 se quedaron a dormir, lo que generó tensiones entre los trabajadores. El gremio ASAE propuso un desacuerdo total, pidiendo el desalojo inmediato de las personas en situación de calle. Muchos de quienes pasaron la noche allí tuvieron que lidiar con restricciones de horarios impuestos por las fuerzas del orden. Estas limitaciones, destinadas a facilitar la limpieza del lugar, generaron un ambiente tenso, especialmente por las quejas de quienes se encuentran sin un hogar.

Los trabajadores del aeropuerto han catalogado la situación como un focos de inseguridad, afirmando que la presencia de los "mendigos" genera problemas dentro de las instalaciones. Mientras tanto, el defensor del Pueblo ha instado a un diálogo entre AENA, empresa que gestiona el aeropuerto, y el Ayuntamiento de Madrid para encontrar una solución efectiva a la crisis de los migrantes.

Ambas partes acordaron realizar un censo de los sintecho en Barajas para entender mejor la situación. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida (PP), indicó que, a pesar de las diferencias políticas, se intensificará la comunicación para abordar el desafío. Sin embargo, las expectativas de un acuerdo tangible para reubicar a los migrantes parecen escasas, ya que el primer censo se llevará a cabo por una ONG sin promesas de soluciones habitacionales concretas.

A su vez, la AENA ha restringido el acceso a ciertas áreas, incluso impidiendo la entrada de organizaciones benéficas que intentaban llevar comida a los migrantes. Algunos baños fueron cerrados y se limitó el agua potable, trasladando a los sin techo a un área menos visible. Aquellos que pasan las noches en la terminal expresaron su deseo de encontrar empleo para poder acceder a un techo, mientras sus reclamos caen en oídos sordos.

Héctor Porras, un exmilitar venezolano de 40 años que duerme desde octubre de 2024 en la Terminal 4, expresó su frustración: "Te hacen sentir como una porquería. No les importa ni que las personas tengan hambre". La creciente crisis en el aeropuerto de Barajas sigue siendo un reflejo de los desafíos que enfrentan muchos migrantes en Europa en busca de un futuro mejor.