Bukele rechaza denuncias de tortura y maltrato a Ábrego García en prisión

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El jueves, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, rechazó las afirmaciones de que Kilmar Ábrego García, un compatriota y deportado por EE. UU., fue golpeado y sometido a tortura psicológica en un centro penitenciario del país.

En una publicación realizada en la red social X, Bukele aseguró que "Ábrego García no fue torturado ni perdió peso" e incluyó fotografías y un video de García en su celda, argumentando que si hubiera sufrido maltratos, se vería deteriorado. "Si hubiera sido torturado, privado de sueño y se le hubiera hecho pasar hambre, ¿por qué se ve tan bien en cada foto?", afirmó.

Las declaraciones de Bukele se produjeron un día después de que Ábrego García declaró en documentos judiciales que sufrió severas golpizas y tortura psicológica en la prisión a la que fue llevado tras ser deportado por error en marzo pasado.

Ábrego comentó que, tras su llegada, fue golpeado con frecuencia, lo que le dejó moretones y protuberancias visibles al día siguiente. Relató que él y otros 20 detenidos fueron forzados a arrodillarse toda la noche, recibiendo golpes de los guardias si caían al suelo.

En sus documentos, también describió las condiciones del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), donde los prisioneros estaban encerrados en literas de metal sin colchones, en celdas abarrotadas y sin ventanas, con luces brillantes encendidas las 24 horas y acceso limitado a servicios sanitarios.

La experiencia de Ábrego coincide con los relatos de otros salvadoreños detenidos bajo el estado de emergencia decretado por Bukele, que ha llevado al arresto de más del 1% de la población en su lucha contra las pandillas. Según organizaciones de derechos humanos, miles han muerto en las cárceles, documentando además torturas y condiciones inhumanas.

Antes de ser deportado, Ábrego García residía en Maryland y se volvió un caso emblemático en las políticas migratorias de Trump. A raíz de su deportación, su esposa presentó una demanda contra el gobierno de EE. UU. en un tribunal federal en Maryland.

El gobierno de Trump solicitó desestimar la demanda argumentando que no era relevante, pues el tribunal determinó que debía reintegrarlo a Estados Unidos. Esta situación ha puesto de manifiesto las repercusiones de las estrictas políticas migratorias y la realidad de los detenidos en El Salvador.