Preocupación en empresarios por el nuevo sistema de monitoreo de importaciones

Atravesamos días de alta tensión desde la implementación del nuevo Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA). En una primera etapa, ha sido muy problemático.

El régimen nuevo no contempla que las empresas puedan pagar anticipadamente a sus proveedores. Sólo deja que lo hagan con dólares propios o que puedan adquirir de manera lícita, que tengan declarados, valuados a más de 300 pesos.

El Banco Central les da la posibilidad de las empresas de acceder al dólar oficial, si pueden pagar de manera diferida a proveedores del exterior.

Las empresas proponen al Banco Central una fecha de pago acordada con el proveedor y éste es el que informa en qué fecha puntual podrá abonar. En los usos y costumbres del comercio internacional, esto es una locura.

El SIRA tuvo muy pocas aprobaciones.

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El sector importador no es gente que quiere aprovecharse, sino que abastece a la industria y al comercio. Estas medidas le hacen mucho daño al país.

Incumplir contratos hace que los compradores internacionales, cansados de desplantes, busquen proveedores en un mercado más estable.

Este nuevo sistema no tiene nada que ver con las prácticas habituales del comercio internacional, sino que impactará de manera negativa en la economía. Si las empresas tienen que pagar con dólares propios o adquirirlos en la Bolsa, todos se van a encarecer de manera importante.

Un importador tiene que sacar a la venta un producto hoy, que podrá pagar en 180 días, con un dólar a 370 pesos. Esto es insólito.

El Gobierno argentino se está metiendo en las relaciones entre compradores y vendedores, y hasta determina los plazos en los que el proveedor internacional puede cobrar.

¿Qué proveedor importante querrá tener como cliente a un importador argentino? ¿Y el importador argentino a qué precio debería cobrar un producto que podrá para a 180 días?

Entrevista de "Informados, al regreso".