"El plan K es ganar para cerrar los juicios por corrupción"

RICARDO KIRSCHBAUM

"El plan K es ganar para cerrar los juicios por corrupción"

21/05/2019 | 12:19 |

Kirchsbaum consideró que con ese fin Cristina busca alinear al peronismo para lograr una victoria en primera vuelta. También cuestionó las amenazas a jueces. Opinó que Macri “la tiene complicada".

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- ¿Qué busca Cristina con este repliegue táctico en el segundo lugar de la fórmula?

- Creo que en primer lugar quiere ganar en primera vuelta. En segundo lugar, creo que aspira que un cambio en la relación de fuerzas termine con los juicios por corrupción.

- ¿Eso es lo que debe leerse detrás de las afirmaciones de Alberto Fernández amenazando jueces o diciendo que van a revisar sus fallos?

- Alberto Fernández es un tipo cuya ductilidad política es evidente. No es un paracaidista que llegó del cielo. Es un hombre con experiencia de poder, con experiencia de Estado, con experiencia en la relación con los Kirchner, antes y después de enfrentar Cristina, sobre todo en 2013 y 2015.

O sea, es un hombre experimentado con quien se puede hablar, porque es evidente que se puede hablar. Pero que en este momento ha hecho algo que a mí me sorprendió por su crudeza, esto de mencionar jueces que van a tener que dar explicaciones, dando un mensaje absolutamente directo.

Pero, volviendo al tema inicial, esta jugada táctica, que fue sorpresiva por lo menos, busca unir al peronismo. Ahí hay una reconocimiento inverso, que la presencia de Cristina no podía ser prenda de unidad del peronismo.

Yo no creo que estemos en presencia de una Cristina herbívora. En el sentido histórico de la palabra herbívoro que usó Perón cuando dijo “vuelvo como un león herbívoro”.

Creo que necesita ganar en primera vuelta. Y para eso necesita que el peronismo alternativo no cobre volumen.

- ¿Creés que lo van a desangrar al peronismo alternativo?

- Van a intentarlo. Estuve leyendo declaraciones de Schiaretti diciendo que van a seguir adelante con su proyecto. Pero Cristina lanzó su fórmula un mes antes del cierre. Se necesita tiempo, porque esta no es una legislativa, para reacomodar las distintas fuerzas del peronismo alrededor de esta fórmula, invitar a gobernadores que están afuera, discutir candidaturas.

Pero es también una invitación en el sentido de que hay cosas para negociar. Habrá que ver qué conducta tendrá Massa en los próximos días, qué resuelve la cumbre que convoca Schiaretti. Pero creo que el punto principal del kirchnerismo es: juntemos fuerza, tengamos una gran masa crítica para ganar en primera vuelta.

En segundo lugar, pesan las tareas que vienen si se gana. Son ingratas y las tiene que hacer otro. No las va a hacer Cristina.

- No pagar el costo político del ajuste, ¿no?

- Van a encontrar, si ganan, un país más ordenado económicamente, desde el punto de vista de la macro, pero con graves problemas, una deuda abultadísima, una recesión muy importante, una relación con el mundo complicada, porque el mundo está complicado y porque la posición que tiene el kirchnerismo puro respecto del mundo no adicto es crítica.

Con lo cual, esa tarea la tiene que hacer un gobierno que puede ser de transición hacia un retorno en el futuro. Si podemos hablar del futuro en la Argentina.

Me parece que eso es el punto central de esta estrategia.

- El populismo sin plata es como la cuadratura del círculo, ¿no?

- Efectivamente. La situación económica no te la tengo que explicar. Es muy crítica. Y el futuro no es fácil. No lo era en el 2003, pero era la oportunidad de subirse al tren de la historia. Y el esfuerzo del gobierno de Duhalde y de Remes Lenicov primero y luego de Lavagna con Néstor Kirchner en la primera época, lograron reencauzar una situación que estaba a punto de desbordarse definitivamente.

En eso ayudaron el mundo, la soja, Venezuela, y también la magnitud de la crisis. Porque la magnitud de la crisis hizo que hubiera una moderación general en la Argentina, más allá de los extremos que siempre son difíciles de controlar.

Ese fue el cuadro histórico de lo que pasó. Ahora bien, ¿que pasó con eso luego? Yo creo que se perdió una oportunidad histórica de convertir a la Argentina en un país moderno.

- Los argentinos nos resignamos a aceptar ajustes a veces brutales después de un estallido, impuestos por el mercado, como en la híper de 1989 y la crisis de 2002 ¿Por qué desde los gobiernos se termina dilapidando después ese esfuerzo?

- Los gobiernos viven el día a día. No hay ninguna visión de largo plazo. La primera reacción que tiene la dirigencia política cuando llega, y le va más o menos bien, es pensar cuántos años se van a quedar. Si uno mira en el tercer movimiento histórico de Alfonsín la re-reelección de Menem, el intercambio matrimonial de los Kirchner, entre Néstor- Cristina - Néstor, que pensaban alternarse en el poder hasta el 2020. Y el propio gobierno de Macri no sólo se lanzó a la reelección, sino que pensaba quién lo iba a suceder después.

Pero el presente es mucho más duro. Exige más esfuerzo. El gobierno que sucede a otro en la Argentina siempre encuentra un país más pobre. Eso es una especie de herencia maldita. Y la verdad es que los índices sociales de la Argentina son realmente preocupantes. La Argentina tiene una pobreza estructural que ha terminado con la característica histórica de la movilidad social.

Y me parece que hay razones. Obviamente que uno puede encontrar miles de culpas. Pero no veo que la dirigencia política se plantee un horizonte común de cómo vamos a combatir la pobreza en un plazo que vaya más allá de los cuatro años de un gobierno.

- ¿Ves a Macri con posibilidades de recuperar competitividad electoral? En todo caso, ¿de qué depende?

- Es difícil decirlo porque efectivamente las encuestas ahora están registrando a un sector de la sociedad que todavía no se ha definido, porque hay un alto grado de indefinición todavía.

Cristina y Macri tienen un alto grado de rechazo, a su vez, cosa que influyó mucho también, me parece, en la decisión de ella de ponerlo a Alberto Fernández de candidato.

Pero me parece que la tiene complicada Mauricio Macri. Porque necesita hacer política, algo que el gobierno se ha resistido a hacer, por lo menos en los términos en que uno ha aprendido que es la política.

No amplió su baso política y social cuando le iba bien, aplicando la teoría de “solos estamos bien y no queremos contaminarnos” con la política tradicional.

Ahora está en una situación en la cual el ajuste le ha angostado mucho la base. Y el peronismo siempre ofrece una alternativa de poder y una ilusión, que se puede apagar pronto pero aparece una ilusión, y eso hace que Macri esté en este momento en una situación electoral incierta.

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