Gusanos zombi en el océano profundo

Investigación en el océano profundo

La alarmante desaparición de los gusanos zombi en el océano profundo

29/12/2025 | 00:19

Investigadores de la Universidad de Victoria encontraron que, tras diez años de estudio, no aparecieron gusanos zombi en huesos de ballena en el océano profundo, lo que podría indicar problemas ecológicos graves.

Redacción Cadena 3

En el mundo de la ciencia, la ausencia de un organismo puede ser tan alarmante como su presencia. Esto es lo que descubrieron investigadores de la Universidad de Victoria al realizar un estudio sobre los gusanos zombi, conocidos científicamente como Osedax, en el océano profundo. A pesar de haber colocado huesos de ballena en el fondo marino, tras diez años de observación, no se encontró rastro alguno de estos invertebrados, lo que podría señalar problemas ecológicos más profundos.

Un experimento de una década

El estudio, liderado por el científico Fabio De Leo, se llevó a cabo en la costa de Columbia Británica. Los investigadores colocaron huesos de ballena jorobada en el fondo del océano y monitorearon el área en busca de signos de vida. Sin embargo, la ausencia de los gusanos zombi, que desempeñan un papel crucial en la descomposición de los restos de ballena y en el soporte de las redes alimentarias del océano profundo, fue desconcertante.

La alimentación de los gusanos zombi

Los Osedax son criaturas únicas que carecen de boca, ano y tracto digestivo. En lugar de ello, se alimentan perforando estructuras similares a raíces en los huesos, donde viven microbios que extraen nutrientes y alimentan a los gusanos. Esta función los convierte en ingenieros de ecosistemas, ayudando a reciclar nutrientes y creando condiciones que permiten que otras especies se establezcan.

Preocupaciones sobre la ausencia

Durante la década de observación, las cámaras submarinas de alta resolución no capturaron ninguna colonización de gusanos zombi. Este resultado negativo es significativo en la investigación científica. Según De Leo, la ausencia de estos gusanos podría estar relacionada con los niveles inusualmente bajos de oxígeno en el sitio de estudio.

Zonas de bajo oxígeno y caídas de ballena

Los huesos fueron colocados en el Cañón Barkley, a casi mil metros de profundidad en el océano Pacífico, un área que se encuentra dentro de una zona de bajo oxígeno. Cuando las ballenas mueren, sus cuerpos se hunden al fondo del mar, creando caídas de ballena que normalmente proporcionan un aumento repentino de alimento, apoyando una rica biodiversidad. La falta de gusanos zombi en esta área sugiere que la expansión de las zonas mínimas de oxígeno en el noreste del Pacífico podría estar interrumpiendo estos ecosistemas.

Importancia de los devoradores de huesos

La ausencia de los Osedax puede tener un efecto dominó en otras especies. Sin ellos, el proceso de descomposición de los huesos y la sucesión ecológica se ven comprometidos, lo que limita el acceso a los nutrientes almacenados en los restos de ballena. De Leo describe las caídas de ballena como "islas" que sirven como hábitats para muchas especies especializadas en los huesos de ballena.

Riesgo de pérdida de especies

La desaparición de los Osedax podría llevar a una disminución de la diversidad de especies en toda la región. Los adultos viven en los huesos de ballena, mientras que sus larvas pueden viajar largas distancias a través de las corrientes oceánicas para colonizar nuevas caídas de ballena. Si estos hábitats desaparecen o dejan de funcionar correctamente, la conectividad entre los sitios de caída de ballena se interrumpe.

Otros ingenieros de ecosistemas también afectados

El equipo de investigación también encontró signos de que otro ingeniero de ecosistemas, el bivalvo Xylophaga, podría estar bajo estrés. Aunque estaban presentes en muestras de madera sumergida, sus tasas de colonización eran mucho más bajas que en aguas ricas en oxígeno. Esto podría retrasar la descomposición del carbono y reducir la formación de hábitats para muchas especies que viven en los túneles de Xylophaga.

Recolección de datos

De Leo y su equipo utilizaron la plataforma de video de alta definición del observatorio NEPTUNE en el Cañón Barkley, junto con sensores oceanográficos y vehículos operados de forma remota. Se esperan más hallazgos en los próximos meses de una caída de ballena que actualmente se monitorea en el sitio Clayoquot Slope.

Este estudio fue respaldado por el Canada Foundation for Innovation y parcialmente por una subvención de la National Science Foundation de EE. UU., alineándose con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 de las Naciones Unidas, que se centra en la vida bajo el agua.

Lectura rápida

¿Qué descubrieron los investigadores?
No encontraron gusanos zombi en huesos de ballena tras diez años de estudio en el océano profundo.

¿Quién lideró el estudio?
El estudio fue co-liderado por el científico Fabio De Leo de la Universidad de Victoria.

¿Dónde se realizó el experimento?
El experimento se llevó a cabo en el Cañón Barkley, en la costa de Columbia Británica.

¿Por qué es preocupante la ausencia de gusanos zombi?
Su falta podría indicar problemas ecológicos graves y afectar a otras especies en el ecosistema.

¿Qué otros organismos están bajo riesgo?
Los bivalvos Xylophaga también mostraron tasas de colonización más bajas en el área de estudio.

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