Investigación en Bangladesh
28/11/2025 | 08:05
Redacción Cadena 3
Un extenso estudio de 20 años realizado en Bangladesh reveló que la reducción de los niveles de arsénico en el agua potable está relacionada con una disminución de hasta el 50% en las muertes por enfermedades cardíacas, cáncer y otras enfermedades crónicas. Este trabajo, que involucró a casi 11,000 adultos, proporciona la evidencia más sólida hasta la fecha sobre cómo la disminución de la exposición al arsénico puede reducir la mortalidad, incluso en personas que habían estado expuestas durante años. Los resultados fueron publicados en la revista JAMA.
El equipo de investigadores, compuesto por científicos de Columbia University, la Columbia Mailman School of Public Health y la New York University, abordó un problema de salud pública significativo. El arsénico, que se encuentra de forma natural en las aguas subterráneas, representa un desafío global. En los Estados Unidos, más de 100 millones de personas dependen de aguas subterráneas que pueden contener arsénico, especialmente aquellos que utilizan pozos privados. Este contaminante químico sigue siendo uno de los más comunes en el agua potable.
"Demostramos lo que sucede cuando las personas que están expuestas crónicamente al arsénico dejan de estarlo", afirmó Lex van Geen, coautor principal del estudio. "No solo se previenen muertes por futuras exposiciones, sino también por exposiciones pasadas".
Dos décadas de datos fortalecen la evidencia
El coautor principal Fen Wu de la NYU Grossman School of Medicine destacó que los hallazgos ofrecen la prueba más clara hasta ahora de la conexión entre la reducción de la exposición al arsénico y el riesgo de mortalidad. Durante dos décadas, los investigadores monitorearon de cerca la salud de los participantes y midieron repetidamente los niveles de arsénico a través de muestras de orina, lo que fortaleció la precisión de su análisis.
"Al ver que nuestro trabajo ayudó a reducir drásticamente las muertes por cáncer y enfermedades cardíacas, me di cuenta de que el impacto va más allá de nuestro estudio, afectando a millones en Bangladesh y más allá que ahora beben agua con bajo contenido de arsénico", comentó Joseph Graziano, profesor emérito en la Columbia Mailman School of Public Health y principal investigador del programa financiado por los NIH. "Una historia de New York Times de 1998 nos llevó a Bangladesh. Más de dos décadas después, este hallazgo es profundamente gratificante. La salud pública a menudo es la gratificación más tardía".
Reducción clara del riesgo al disminuir la exposición al arsénico
Las personas cuyos niveles de arsénico en orina cayeron de altos a bajos presentaron tasas de mortalidad que coincidieron con las de aquellos que habían tenido una exposición consistentemente baja durante todo el estudio. La magnitud de la disminución de arsénico estuvo estrechamente relacionada con la reducción del riesgo de mortalidad. Aquellos que continuaron bebiendo agua con alto contenido de arsénico no mostraron ninguna reducción en las muertes por enfermedades crónicas.
El arsénico se acumula naturalmente en las aguas subterráneas y no tiene sabor ni olor, lo que significa que las personas pueden beber agua contaminada durante años sin saberlo. En Bangladesh, se estima que 50 millones de personas han consumido agua que supera la guía de la Organización Mundial de la Salud de 10 microgramos por litro, lo que ha sido descrito como la mayor intoxicación masiva en la historia.
Desde 2000 hasta 2022, el Health Effects of Arsenic Longitudinal Study (HEALS) monitoreó a miles de adultos en Araihazar, Bangladesh. El proyecto probó más de 10,000 pozos en una región donde muchas familias dependen de pozos de tubo poco profundos con niveles de arsénico que varían desde extremadamente bajos hasta peligrosamente altos.
Los investigadores midieron periódicamente el arsénico en la orina de los participantes, un marcador directo de la exposición interna, y registraron las causas de muerte. Estos datos detallados permitieron al equipo comparar los resultados de salud a largo plazo de las personas que redujeron su exposición con aquellos que permanecieron altamente expuestos.
Esfuerzos comunitarios crearon un grupo de comparación natural
A lo largo del período del estudio, programas nacionales y locales etiquetaron pozos como seguros o inseguros según los niveles de arsénico. Muchas familias cambiaron a pozos más seguros o instalaron nuevos, mientras que otras continuaron utilizando agua contaminada. Esto creó un contraste natural que ayudó a los investigadores a comprender los efectos de la reducción de la exposición.
La exposición al arsénico disminuyó considerablemente en Araihazar durante el estudio. La concentración en los pozos comúnmente utilizados cayó en aproximadamente un 70% a medida que muchas familias buscaron fuentes de agua más limpias. Las pruebas de orina confirmaron una disminución correspondiente en la exposición interna, con una reducción promedio del 50% que persistió hasta 2022.
La reducción de la exposición trae beneficios de salud duraderos
Estas tendencias se mantuvieron incluso después de que los investigadores consideraron las diferencias en edad, tabaquismo y factores socioeconómicos. Los participantes que permanecieron altamente expuestos, o cuya exposición aumentó con el tiempo, continuaron enfrentando riesgos significativamente más altos de muerte por enfermedades crónicas.
Los investigadores compararon los beneficios para la salud de reducir el arsénico con dejar de fumar. Los riesgos no desaparecen de inmediato, sino que disminuyen gradualmente a medida que disminuye la exposición.
En Bangladesh, las pruebas de pozos, el etiquetado de fuentes inseguras, la perforación de pozos privados y la instalación de pozos gubernamentales más profundos ya han mejorado la seguridad del agua para muchas comunidades.
"Nuestros hallazgos pueden ayudar a persuadir a los responsables de políticas en Bangladesh y otros países a tomar medidas de emergencia en los 'puntos críticos' de arsénico", afirmó Kazi Matin Ahmed de la Universidad de Dhaka.
Para llegar a más hogares, el equipo de investigación está colaborando con el gobierno bangladesí para facilitar el acceso a los datos de los pozos. Están probando NOLKUP ("tubewell" en bangla), una aplicación móvil gratuita creada a partir de más de seis millones de pruebas de pozos. Los usuarios pueden buscar pozos individuales, revisar los niveles de arsénico y profundidades, y localizar opciones más seguras cercanas. La herramienta también ayuda a los funcionarios a identificar comunidades que necesitan nuevos pozos o pozos más profundos.
Las inversiones en agua limpia pueden salvar vidas
El estudio demuestra que los riesgos para la salud pueden disminuir incluso para las personas que han estado expuestas al arsénico durante años. Esto resalta una oportunidad importante: invertir en soluciones de agua limpia puede salvar vidas en una sola generación.
"El financiamiento sostenible para apoyar la recolección, almacenamiento y mantenimiento de muestras y datos valiosos durante más de 20 años ha hecho posible este trabajo críticamente importante", afirmó Ana Navas-Acien, MD, PhD, profesora y presidenta de Ciencias de la Salud Ambiental en la Columbia Mailman School of Public Health. "La ciencia es difícil y hubo desafíos y contratiempos en el camino, pero pudimos mantener la integridad de las muestras y los datos incluso cuando el financiamiento se interrumpió, lo que nos ha permitido revelar que prevenir la exposición al arsénico puede prevenir enfermedades".
El equipo del estudio incluyó investigadores de la Columbia University Mailman School of Public Health, la New York University Grossman School of Medicine, el Lamont-Doherty Earth Observatory, la Boston University School of Public Health, el Department of Geology de la Universidad de Dhaka y el Institute for Population and Precision Health de la Universidad de Chicago.
El proyecto HEALS fue lanzado por la Columbia University a través del Programa de Investigación Superfund de los National Institute of Environmental Health Sciences, con la mayoría de los colaboradores estadounidenses basados en Columbia cuando comenzó el estudio.
¿Qué reveló el estudio?
El estudio mostró que reducir el arsénico en el agua potable puede disminuir las muertes por enfermedades crónicas en hasta un 50%.
¿Quiénes realizaron la investigación?
Investigadores de la Columbia University, la Columbia Mailman School of Public Health y la New York University.
¿Cuándo se llevó a cabo el estudio?
El estudio se realizó durante 20 años, desde 2000 hasta 2022.
¿Dónde se realizó el estudio?
El estudio se llevó a cabo en Araihazar, Bangladesh.
¿Por qué es importante este estudio?
Demuestra que la reducción de la exposición al arsénico puede tener beneficios significativos para la salud, incluso para quienes han estado expuestos durante años.
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