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Violencia urbana

Una joven fue baleada en otro infernal tiroteo en barrio Ciudad Evita

25/01/2024 | 09:14

La espiral de balaceras en ese sector de la Capital cordobesa no deja de reproducirse. Ya hubo un homicidio y varios ataques, incluso a la comisaría.

Redacción Cadena 3

Juan Federico

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Una joven fue baleada en otro infernal tiroteo en barrio Ciudad Evita

Una joven de 23 años quedó internada en el Hospital de Urgencias tras ser baleada en un infernal tiroteo que tuvo como blanco a su vivienda de barrio Ciudad Evita, en el sudeste capitalino.

La infernal balacera, que se produjo en el atardecer del miércoles se agrega a una seguidilla impresionante de ataques a balazos dentro de ese mismo barrio.

Una secuencia que desnuda, al mismo tiempo, la proliferación de las armas de fuego, las disputas territoriales por la venta de droga al menudeo y una cultura del delito que emerge en medio de una fragilidad social que lleva ya demasiados años.

Una espiral de violencia de la que ni la Policía se salva.

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De acuerdo a los registros de Cadena 3 los tiros no dejan de sucederse desde fines del año pasado.

Al filo de la medianoche del viernes 29 de diciembre último, un delincuente atacó a balazos a la propia comisaría del barrio. Los agentes que estaban de guardia debieron arrojarse al suelo y pedir refuerzos para sentirse un poco más seguros.

Menos de 72 horas después, en la tarde del lunes 1° de este mes, mientras el Ministerio de Seguridad de Córdoba anunciaba un "operativo saturación" en esa barriada, tres jóvenes en moto volvieron a atacar a balazos a la sede policial.

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El viernes siguiente, en un atentado a balazos contra su domicilio, fue asesinado Franco Alejandro Torres (29).

El pasado sábado, dos jóvenes en moto abrieron fuego contra una vivienda ubicada en la Manzana 62. Dejaron la fachada como un colador: siete tiros.

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Y este miércoles a la tarde, minutos después de las 19, otros dos muchados en motos llegaron hasta el frente de la vivienda emplazada en la Manzana 41y no dudaron en disparar con dos pistolas calibre nueve milímetros y 22.

Según informó la Policía, uno de los balazos ingresó por una ventana e hirió en el pecho a Milena Aldana Sagen (23). 

La joven fue trasladada en un auto particular hacia el dispensario local, donde le realizaron las primeras curaciones mientras se solicitaba una ambulancia para que la trasladara hasta el Hospital de Urgencias.

Una vez que ingresó en el principal centro de emergencias de la ciudad, los médicos constataron que Milena había sufrido una herida de arma de fuego con orificio de entrada en la parte izquierda del tórax. Quedó internada estable, en estado reservado.

Ante los investigadores policiales, una hermana de la víctima dio los apodos de los presuntos atacantes, que se movilizaban en una moto 150 negra, y que vivirían en el cercano barrio Primero de Mayo. En ese punto, agregó sin dar mayores detalles que ya a la mañana sus hermanos varones habían tenido problemas con estos sujetos.

En ese sentido, otras fuentes vecinales agregaron detalles para el asombro: apuntaron que el problema se habría generado luego de que uno de los hermanos de la joven baleada le habría puesto un "me gusto" en redes sociales a una jovencita vinculada a los presuntos atacantes.

"Esta es la parte más superficial: pero no hay que perder de vista que es un barrio en el que hay mucha droga y demasiadas armas", resumió un avezado investigador.

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En ese sentido, diferentes fiscales de la ciudad han remarcado en los últimos tiempos que advierten cómo la droga asoma en la mayoría de los crímenes en los que les toca intervenir. Ya sea como foco de disputa territorial, por un robo relacionado a su venta clandestina o porque alguno de los involucrados es consumidor.

"Ya casi no hay caso de asesinato en el que no aparezca la droga de alguna manera", definió un experimentado funcionario judicial, que resaltó la necesidad de que las investigaciones completen todo el contexto de lo ocurrido para lograr advertir, de esta manera, la gravedad del avance narco en la Capital cordobesa.

Ciudad Evita es una ciudad dentro de otra ciudad. El pórtico de ingreso, al que varias veces las gestiones municipales amagaron con derrumbar, porque marca una frontera dentro de la ciudad, hoy es mucho más que un símbolo.

En 2004, todo era propaganda alrededor de este barrio emplazado en el sudeste de la ciudad de Córdoba, a un costado de la zona en la que la avenida Sabattini se amalgama con la ruta nacional 9 norte. El entonces gobernador José Manuel de la Sota inauguraba el comienzo de una de sus políticas sociales más ambiciosas: 574 familias de tres villas miseria de esa zona de la ciudad comenzaban a vivir como siempre lo habían anhelado. Casas multicolores de material, asfalto, cordón cuneta, iluminación pública, una planta de cloaca, plazas, posta policial, dispensario, escuelas y hasta un centro comercial.

Se trató del primer barrio-ciudad inaugurado por la gestión peronista en Córdoba. Un sueño que, dicen hoy los propios vecinos, se transformó en una pesadilla.

Hace tiempo que la plaza principal quedó vacía. Los chicos ya no saben salir a jugar a la calle. Sí saben que cuando se oye un balazo, deben correr dentro de la casa y refugiarse en la pieza más alejada de la vereda. Saben, también, que la inseguridad no es una sensación.

Es un barrio de trabajadores. De sobrevivientes. Que hace tiempo quedaron rodeados por una minoría que les marca las reglas de vida.

La pobreza también se ensanchó. Hoy, llegar a Ciudad Evita significa toparse con un anillo de miseria a sus alrededores. Las promesas del barrio quedaron estancadas en los sueños de aquel 2004. Pero el tiempo, implacable, no esperó. Los niños crecieron y formaron sus propias familias. Llegaron otros vecinos nuevos. Y más generaciones se amontonaron.

Casas precarísimas, al lado del río de cloaca. Familias hacinadas en paredes de cartón y chapas que se vuelan al primer viento. El dispensario funciona bajo llave. Y el centro comercial, al lado de la comisaría, en menos de un mes, a principios de 2022, quedó reducido a la nada.

"Los delincuentes se llevan todo: arrancaron cables, bombillas, canillas, caños, mesadas, portones, rejas y hasta realizaron boquetes para seguir saqueando. Todo se reduce y se vende a cambios de unos pocos pesos. La sombra de la droga explica mucho sobre esta proliferación delictiva. Todo, en las narices de la Policía. Cuesta entender lo que se observa: arrasado, en sentido literal", se cronicó a principios de 2022, cuando alertábamos sobre esta paradoja cruel de la inseguridad en Ciudad Evita.

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