El 24 de febrero de 2024 quedará grabado en la historia de Córdoba como un día de emociones intensas. Mientras el superclásico Talleres-Belgrano generaba controversia en la ciudad, el Estadio Kempes se preparaba para recibir “El Baile más grande del Universo”. Bajo una lluvia persistente, 50 mil bailarines se congregaron y permanecieron inmóviles, dejando en claro cuál es el verdadero superclásico.

La figura central de esta épica velada fue “La Mona” Jiménez, el Rey del cuarteto. Su música logró que el público continuara la fiesta a pesar de la lluvia constante, creando un ambiente especial que muchos consideran uno de los bailes más emocionantes y memorables de todos los tiempos.

La entrada triunfal de “La Mona” no fue convencional: descendió al escenario desde una nave espacial, vestido de negro y dorado. Aunque su aparición se retrasó unos minutos, la espera valió la pena. Sin mayores preámbulos, comenzó a sonar el característico tunga-tunga, acompañado de visuales que representaban estrellas, naves y planetas, haciendo referencia a su propio universo, el Universo Jiménez.

La primera canción, “Jaque Mate”, resonó mientras aún había personas ingresando al estadio. Sin apuros ni ansiedad, la multitud disfrutó de la música bajo la lluvia. Algunos se refugiaban bajo los gacebos de los bomberos o los árboles, mientras otros se mojaban sin preocuparse, con una felicidad que sólo se experimenta cuando suena Jiménez.

El vestuario de La Mona también fue parte fundamental de su presentación: gafas oscuras, pantalón dorado y remera negra con una capa que combinaba ambos colores. Así, el ícono del cuarteto cantó sus temas más queridos, demostrando que su conexión con el público sigue intacta.

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