Personas en silla de ruedas reparan con sus propias manos las veredas rotas

En plena manzana del tradicional Colegio Alejandro Carbó y frente a la renovada Plaza Colón, cinco jóvenes en silla de ruedas decidieron tomar el cemento en sus manos literalmente y arreglar ellos mismos las veredas destrozadas que usan a diario.

Con baldes en la falda, bolsas de arena apoyadas en los reposapiés y una cuchara de albañil, el grupo tapó al menos ocho pozos profundos que representan un peligro constante para quienes se movilizan en ruedas: personas con discapacidad, madres con cochecitos y adultos mayores.

“Acá sentimos los baches de verdad. Si no los tapamos nosotros, nos caemos con la silla”, explicó Carlos, uno de los integrantes de la fundación Derechos sobre Ruedas, en diálogo con Cadena 3, mientras terminaba de alisar una de las reparaciones en la vereda de Rodríguez Peña al 400.

Los jóvenes contaron que hace quince días presentaron el reclamo a través de la plataforma digital Vecino Amigo de la Municipalidad de Córdoba y nunca obtuvieron respuesta. 

Hartos de la espera, salieron a una ferretería cercana, compraron los materiales y se pusieron a trabajar.

“Encontramos la ferretería a dos cuadras, cargamos el cemento en la falda y la arena en la silla como podemos y vinimos”, relató Marco, otro de los chicos, entre risas resignadas.

Denuncian que la situación se repite en todo el centro y Nueva Córdoba: veredas rotas, rampas inexistentes o mal construidas muchas pintadas de amarillo pero con pendientes imposibles o escalones de 15 centímetros y la obligación de circular por la calle, lo que genera cruces permanentes con los automovilistas.

“Hay rampas que parecen decorativas: las ves amarillas y creés que sirven, pero no las podés subir. Las que realmente funcionan las cuento con los dedos de una mano en toda la ciudad”, aseguró Carlos.

En los últimos meses, uno de sus compañeros sufrió una caída en esa misma vereda y terminó con heridas y la silla dañada.

Mientras terminaban la tarea, varios transeúntes se detenían a aplaudir o a sacar fotos. “Ojalá la Municipalidad tuviera la misma vergüenza y rapidez que estos pibes”, comentó una vecina.

Desde Derechos sobre Ruedas adelantaron que seguirán con estas “jornadas de reparación ciudadana” en los próximos días en otras zonas críticas del centro. 

“No es que queramos hacer el trabajo del municipio remarcó Carlos, pero si no lo hacemos nosotros, nadie lo hace y seguimos arriesgando la vida todos los días”. 

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Informe de Gonzalo Carrasquera