Córdoba: la Fundación Derecho Sobre Ruedas alertó por la falta de accesibilidad

La secretaria de la Fundación Derecho Sobre Ruedas, Lucía Tissera, describió la situación de accesibilidad urbana en la ciudad de Córdoba y señaló que las personas con movilidad reducida se ven obligadas a circular por la calle debido a la falta de rampas y al deterioro de las veredas.

En diálogo con Radioinforme 3, advirtió que se trata de una práctica "demasiado frecuente" y que incluso ella misma debe hacerlo a diario para poder desplazarse.

Tissera explicó que la organización nació en 2012 y que, desde entonces, sus reclamos se concentran en el transporte y en la infraestructura urbana. "Es lo que corta nuestra libertad hoy por hoy", sostuvo. Relató que durante un relevamiento reciente en el centro de la ciudad, quienes participan de la fundación tuvieron que transitar por la calle porque las veredas no presentaban condiciones mínimas de circulación, lo que dificultó avanzar con el trabajo de campo.

La referente remarcó que la naturalización de esta situación evidencia la falta de cumplimiento de las normas vigentes. "Hay oficinas y funcionarios que deberían controlar, pero no se cumple. Nos llaman por ordenanzas o proyectos, pero si después no hay control, no tiene sentido", enfatizó.

La fundación desarrolló un mapa interactivo que registra qué espacios públicos, privados y comercios cuentan con accesos adecuados. Tissera indicó que la herramienta surgió como una necesidad cotidiana para poder planificar reuniones o incluso salidas de ocio. "Siempre vamos a lo mismo: nos tenemos que hacer cargo nosotros de nuestra discapacidad, cuando en realidad es otra persona quien debe hacerse cargo", sostuvo.

Además, mencionó que la falta de accesibilidad deriva en situaciones de hostigamiento hacia quienes se ven obligados a desplazarse por la calle. "Hay gente que nos insulta porque no entiende que la vereda no está en condiciones. Parece que uno tendría que quedarse encerrado en su casa", señaló.

Tissera también advirtió que los edificios públicos presentan dificultades similares. Explicó que muchos ascensores no están adaptados y que, en general, solo entra la silla de ruedas, lo que obliga a viajar sola y con las puertas cerrando con dificultad. Relató además que, ante la falta de obras oficiales, la propia fundación —integrada en gran parte por personas que usan silla de ruedas— construye rampas cuando es posible.

"Esto va a pulmón. Después de la foto y el spot, estamos solos. Más allá de las barreras, vamos a seguir saliendo porque es parte de nuestro derecho", concluyó Tissera.

Entrevista de Miguel Clariá y Luis Fernández Echegaray.