Cómo preparar una fondue de calabaza y provolone

La calabaza o zapallo es un vegetal con altísimo contenido de betacarotenos, pigmentos pertenecientes al grupo de los carotenoides, que son los responsables de los colores amarillos, anaranjados o rojos presentes en algunos alimentos.

Es una fuente fundamental de vitamina A y aporta grandes beneficios para el corazón, la fertilidad, la visión, la salud ocular, el sistema inmunológico y la prevención del cáncer.

Una manera distinta, divertida y deliciosa de consumirla es preparando una fondue de calabaza y provolone.

Ingredientes para dos personas

Una calabaza o zapallo pequeño, parejo, redondo y firme.
Una cebolla morada.
200 gramos de queso provolone.
Sal gruesa, pimienta y aceite de oliva.

Preparación

Quitarle a la calabaza una tapita de uno de sus extremos.

Con la ayuda de un cuchillo y una cuchara, y mucho cuidado de no perforarla, retirar las fibras y las semillas del interior. 

Separar las semillas y conservar las fibras y todo resto de calabaza que se haya retirado.

Rociar internamente con la sal gruesa, la pimienta, e incorporar nuevamente las fibras y trocitos de calabaza que previamente retiró.

Agregar un chorro generoso de aceite de oliva. Volver a tapar y llevar por 40 minutos a un horno medio (unos 200 grados).

Al cabo de ese tiempo, retirar del horno, agregar el queso provolone rallado o cortado en daditos, la cebolla y especias a gusto.

Cubrir con papel aluminio y volver a llevar al horno por 20 minutos más.

Servir inmediatamente y untar con trocitos de pan y verduras precocidas.