Reforma laboral: "Los convenios colectivos de 50 años atrás frenan la economía"

El debate por la reforma laboral volvió al centro de la escena política tras la presentación de un nuevo proyecto del Gobierno nacional. En diálogo con Viva la Radio por Cadena 3 Rosario, el economista Jorge Colina, presidente del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), explicó los principales puntos del plan y subrayó que el mayor desafío pasa por actualizar convenios laborales “que datan de 1975”.

“El convenio colectivo de la UOM tiene 1.500 puestos de trabajo definidos en 1975, cuando ni siquiera había computadoras. Hoy hablamos de inteligencia artificial y robots. Esos convenios son anacrónicos”, sostuvo Colina.

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Según el economista, la reforma no busca eliminar los juicios laborales, sino reducir la “judicialidad espuria”, es decir, los litigios iniciados sin causas justificadas. “El trabajador puede litigar gratis, y eso muchas veces incentiva demandas sin fundamento para obtener compensaciones indebidas. El objetivo no es evitar los juicios, sino los abusos del sistema”, explicó.

Acuerdos por empresa

Uno de los ejes centrales de la reforma es permitir que los acuerdos individuales entre empresas y trabajadores prevalezcan sobre los convenios colectivos sectoriales. Para Colina, esta medida apunta directamente al corazón del sistema sindical tradicional.

“La estrategia del Gobierno es simple: si los gremios no quieren renegociar convenios de hace 50 años, que no lo hagan. Pero si una empresa acuerda algo distinto con sus empleados, ese acuerdo debe tener validez por encima del convenio viejo”, remarcó.

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Actualmente, todos los trabajadores deben regirse por convenios colectivos de las décadas del ’70 y ’80 —como los de comercio, bancarios, metalúrgicos o gastronómicos—, lo que, según el especialista, “genera una economía rígida, una industria del juicio y fomenta la informalidad”.

Flexibilidad

Otro punto que generó debate es la posibilidad de ampliar la jornada laboral hasta 13 horas tres veces por semana, con un adicional del 40% sobre las horas extra y la opción de trabajar cuatro días por semana, siempre mediante acuerdo entre las partes.

Colina aclaró que estas prácticas ya existen en grandes empresas bajo el esquema de “banco de horas”, que ajusta la carga horaria anual según la demanda productiva.

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“Las automotrices lo aplican hace años. Los trabajadores no lo ven como explotación, sino como una oportunidad de ganar más. Lo que se busca es que las pymes también puedan usar esa herramienta”, explicó.

¿Ticket canasta o dólar?

Consultado sobre la posible vuelta del ticket canasta, Colina fue tajante: “Ya fueron quitados y no deberían volver. Son una idea de los años noventa. Hoy las empresas ya encuentran formas de pagar parte del salario en negro o con beneficios impositivos. Reinstalarlos sería retroceder”.

Respecto a la posibilidad de pactar salarios en moneda extranjera, el economista consideró innecesario incluirlo en la ley: “Eso ya está permitido. Si un empleador y un trabajador acuerdan un salario en dólares, se puede hacer. Incluirlo en la ley solo sirve para generar titulares”.

De cara a la discusión parlamentaria, Colina anticipó tensiones entre sectores sindicales y legisladores. “Los gremios van a decir que los convenios de hace 50 años son la protección del trabajador, y muchos diputados, incluso no peronistas, van a caer en esa trampa. Pero mantener un sistema laboral del siglo pasado no protege, condena a la informalidad”, concluyó.

Entrevista de Lucas Correa.