El Gremio de la alimentación se manifestó en contra de la reforma laboral

La Confederación de Asociaciones Sindicales de Industrias Alimenticias (CASIA) emitió un contundente pronunciamiento frente al Gobierno nacional, cuestionando los intentos de avanzar con una reforma laboral que implique flexibilización de derechos y precarización del trabajo. El comunicado, aprobado en el XXIX Congreso Nacional del gremio, subraya que la competitividad no se logra reduciendo salarios ni recortando derechos de los trabajadores.

Según CASIA, la verdadera competitividad se construye con empresarios que inviertan en tecnología, capacitación y equipamiento, y que reinviertan utilidades para fortalecer la producción y el empleo. “Es falso que la competitividad se logre con precarización laboral y reducción de salarios”, sostiene el documento titulado “Por un país productivo”.

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El pronunciamiento llega en un contexto de debate sobre reformas estructurales impulsadas por el Gobierno de Javier Milei, con la legislación laboral en el centro de la discusión. La confederación advierte que medidas de flexibilización podrían derivar en pobreza y desintegración social, y resalta la importancia del rol del Estado como promotor de la industria nacional. Entre noviembre de 2023 y julio de 2025, se registró la pérdida de más de 253.000 puestos de trabajo en todo el país, de los cuales cerca de 50.000 corresponden al sector industrial, según datos citados por la CASIA.

La organización propone un programa alternativo que priorice políticas fiscales activas, estímulo a la producción, defensa del consumo interno y fortalecimiento de la educación técnica para los trabajadores. “Una sociedad productiva no se define solo por su tecnología, sino por su capacidad de generar valor agregado y garantizar derechos”, afirma el texto.

En el plano sindical, la confederación hizo un llamado a la unidad del movimiento obrero y solicitó que la futura conducción de la CGT incluya a representantes de los gremios industriales. “Solo un movimiento obrero unido podrá oponerse al propósito de los poderosos y resguardar la legislación social y laboral que son el corazón de la justicia social”, concluye.

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Con este pronunciamiento, CASIA fija un límite claro: sin industria nacional, salarios dignos y negociación colectiva, no habrá desarrollo sostenible ni competitividad real. El gremio seguirá de cerca el debate sobre modernización laboral, pero bajo la premisa de que los derechos de los trabajadores no pueden ser moneda de cambio.