Nuevo foco en alimentación: Matías Marchetti propone “la Nutrición al diván”

“Cada una de las elecciones que hacemos determina nuestro bienestar ahora y en el futuro, por eso la consulta con el nutricionista es mucho más que pesarse y llevarse a casa una hojita con la dieta. Es la posibilidad de una transformación integral para obtener calidad de vida y llegar a la mejor versión de nosotros mismos”, dijo Matías Marchetti, licenciado en Nutrición a Cadena 3 Rosario.

“Tenemos tan poco tiempo y sufrimos el tema alimenticio tanto en lo clínico como en lo psicológico y no nos damos el tiempo suficiente para repensarlo. Empezar a entender lo que uno hace conscientemente y corregirlo”, dijo el especialista entre las claves de la temática.

Para Marchetti, autor del libro Método Marchettirules, “dentro de la alimentación cuando comemos saludable, esos alimentos son dietoterápicos, pero la conexión con la alimentación se traduce a una carga emocional de nuestros hábitos”.

El objetivo. “Para organizar la alimentación necesitas un objetivo”, dio y amplió: “entender a dónde vamos, si bajar de peso por salud o rendimiento deportivo. Ahí encastras ciertos nutrientes para ese objetivo”.

La dieta de la amiga. “Hay que entender que la información abunda en internet, el problema es entender cómo la estructura de pensamiento de la persona se relaciona con la comida, estas cuestiones suma decisiones, pero si están mal abordadas desde la familia o el colegio tenemos desinformación y recién nos cuidamos cuando aparecen enfermedades como diabetes e hipertensión o cuando queremos estar bien para el verano”.

En este sentido “una persona puede decidir bajar de peso, se restringe y luego cuando baja vuelve a los viejos malos hábitos. La cosa patológica de la restricción para luego el abuso”, sostiene el licenciado en nutrición.

Aprender a comer. “Estimulados todo el tiempo con tentaciones, se da como una subjetiva sensación que estando en mil cosas se puede organizar, muchas veces necesitan un profesional” sostiene Matías Marchetti.

“La alimentación es muy personal, hay un sistema que se conjuga con la actividad física, decisiones, la estructura de las cuatro comidas”, dijo y advierte que “la abstinencia genera muchos síndromes, comer menos porque piensa que es mejor cambia su metabolismo y su humor”.