"Me podría haber ido mucho peor", dijo el taxista atacado

El taxista al que intentaron asaltar a piedrazos en la madrugada de este lunes en la calle Río Negro de barrio Parque Capital Sur, en la ciudad de Córdoba, Miguel Ángel Melano, contó que el hecho podría haber tenido un desenlace más grave y reclamó más presencia policial en la zona.

“Cuando llegué (a casa) me tomé un tranquilizante. No me calmé hasta avanzada la madrugada. Estaba muy nervioso, porque pensaba que me podría haber ido mucho peor de lo que me fue. Fueron daños materiales: hubo que reemplazar el parabrisas del auto y fue un día perdido, pero bueno”, dijo Melano a Cadena 3 este lunes a la noche.

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El chofer reveló que no se dio cuenta de que dos personas le intentaron avisar con señas que no avanzara, porque creyó que estaban buscando un viaje y él ya había decidido terminar su jornada laboral.

“Llegué a la parte donde termina la subida de la calle Río Negro y me aparecieron entre siete y ocho malvivientes, que se me tiraron encima del auto con botellas y piedras, destrozándome en forma total el parabrisas y golpeándome el techo”, detalló.

“Logré acelerar y por suerte el auto no se detuvo. Me tiraron con una botella que pegó en mi cabeza. Los controles no pueden tener una hora fija y después se van. Yo entiendo que los oficiales cumplen órdenes, pero creo que la presencia tiene que ser más intensa y marcada. Son muchos los colegas, los remiseros, los transportistas y los repartidores que son víctimas en la zona”, agregó.

En ese contexto, comentó que, en el paso a nivel de la calle Río Negro, vio que había un móvil policial y frenó. Luego, se bajó y una oficial de policía le dijo: "Ya sé: lo asaltaron. Estamos en conocimiento de lo que está pasando allá abajo, por eso estamos pidiendo que nadie entre".

“Lo que yo me pregunto es por qué no pusieron un móvil que impida el ingreso por el puente Tronador. Es más, me dijo: ‘Tenemos a casi toda la gente de la villa en la calle y por eso no dejamos que entre nadie’", añadió.

“Yo venía con el vidrio bajo y la mano afuera, con las puertas trabadas. Todos me atacaron del lado mío. No me rodearon el auto. Hubo uno que se tiró sobre el capot y, con saña y violencia, le pegó como cuatro o cinco veces con una botella al parabrisas. Yo ya tuve dos asaltos en la zona: uno, en una estación de servicio GNC, y otro, a la salida de una farmacia hace dos años”, concluyó.

Informe de Guillermo Panero.