Cumple 30 años la patrulla de rescate del Aconcagua, un grupo que salva vidas

Con el inicio de la temporada alta de ascensos, que se extiende de noviembre a finales de febrero, el cerro Aconcagua -“El Coloso de América”- se convierte en el centro de atención para miles de andinistas de todo el mundo. 

Garantizar la seguridad en este entorno imponente es la misión de la Patrulla de Rescate y Auxilio de Montaña de la Policía de Mendoza, un grupo especial de 25 rescatistas que opera ininterrumpidamente desde la creación formal del parque en 1994. 

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El jefe de la patrulla, Brian Fiona, destacó este jueves, en diálogo con Cadena 3, que su equipo es un orgullo nacional y se posiciona “a nivel internacional entre los mejores del mundo”.

La labor de la patrulla se desarrolla en condiciones de extrema dificultad, alcanzando la cumbre del cerro a los 6.962 metros, siendo éste el máximo nivel de altitud donde han realizado recuperaciones de personas accidentadas o fallecidas. 

Fiona subrayó una característica única de su equipo: “Somos la patrulla de rescate que, a pie hace, los salvatajes más altos a nivel mundial”. Esto se debe a que, aunque el helicóptero asiste dentro del Parque Provincial Aconcagua, sólo alcanza la cota de 5.500 metros, sin la capacidad de sustentación para posar o extraer personas a mayor altura. Desde los 5.000 metros hasta la cumbre, el acceso es exclusivamente a pie. 

Los rescatistas, a diferencia de los montañeses, no tienen tiempo para la aclimatación gradual; su entrenamiento físico es fundamental para garantizar una “pronta intervención” ante la emergencia.

El trabajo en el “techo de América” implica someter el cuerpo humano a severos procesos de adaptación. El jefe Fiona explicó que la exposición a la depresión genera síntomas comunes como dolor de cabeza, dolor muscular, insomnio y falta de apetito. Ante estas variaciones de altitud, el cuerpo —que es “muy inteligente”— reacciona aumentando la frecuencia cardíaca y respiratoria, lo que significa que cualquier esfuerzo requiere un mayor uso de energía. 

La patrulla mantiene sus bases operativas dentro del parque en Plaza de Mulas, a 4.400 metros, y otra más alta a 5.500 metros, la cual ha sido reconocida como el “destacamento policial más alto del mundo”.

En cuanto a la magnitud de su servicio, la patrulla extiende su accionar a todo el cordón montañoso de Mendoza, no limitándose únicamente al Aconcagua. 

Fiona detalló que en las últimas tres temporadas han registrado un promedio de 60 intervenciones, ascendiendo la cifra a unos 80 rescates en total al sumar las asistencias fuera del parque. 

La afluencia de visitantes es significativa: se registran alrededor de 3.000 permisos de ascenso y aproximadamente 5.000 visitantes en total si se consideran las actividades de trekking. 

Para garantizar la comunicación en caso de emergencia, se exige a los andinistas contar con dispositivos satelitales o, más comúnmente, con radio VHF, utilizando la frecuencia de emergencia del parque, que es la 142.800.

Finalmente, al ser consultado sobre la motivación para este trabajo de alto riesgo y totalmente solidario, Brian Fiona resaltó que la fuerza que los mueve es la “vocación de servicio”, que es innata y se refuerza “con cada intervención y con el entrenamiento”. 

Es importante destacar que, si bien se exige un seguro a los andinistas para el ascenso, la Provincia no cobra a los usuarios por las intervenciones de rescate; la Patrulla se aboca únicamente a dar respuesta ante situaciones de emergencia, como lesiones o mal de altura. 

Asimismo, el parque implementa programas de "bienestar animal" para supervisar a las mulas (utilizadas para carga hasta el campo base) y un estricto sistema de bolsas y tachos para la gestión de residuos, extraídos del parque con apoyo de helicópteros.

Informe de Laura Carbonari. Entrevista de "Turno Noche al Cuadrado".