Camilo Aldao, el pueblo cordobés que es ejemplo en reciclaje

Camilo Aldao, una localidad de 5.800 habitantes perteneciente al departamento Marcos Juárez, en el sureste de la provincia de Córdoba, llevar adelante un plan de acción y adaptación al cambio climático.

Los vecinos separan la basura domiciliaria desde 1997, gracias a una concientización en las escuelas para dar los primeros pasos en este sentido.

Actualmente, el municipio cuenta con una planta de reciclaje, donde llegan estos residuos orgánicos e inorgánicos, según su día de recolección y allí comienza el proceso para su aprovechamiento.

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En diálogo con Cadena 3, su intendente, Carlos Carignano, contó este jueves que los residuos orgánicos forman una gran pila donde quedan al aire libre hasta lograr su descomposición, más tarde se trasladan a un sitio donde las lombrices harán su trabajo y transformarán todos estos residuos en compost. Este lombricompuesto luego se entrega a los vecinos en la plaza del pueblo.

Por otro lado, se invirtió en una máquina que tritura todos los restos de ramas que se juntan un día y, con ésta, se obtiene chipiado para reutilizar en un futuro y hacer briquetas.

En cuanto a los inorgánicos, el municipio separa vidrios, aceite (están empezando a hacer jabones), papeles, cajas, botellas, tapitas, latas, restos de electrónicos, pilas, grandes volúmenes plásticos y escombros, entre otros residuos, dando como resultado el aprovechamiento de casi el 70% de la basura. El resto va a parar a un pequeño basural a cielo abierto, que se pretende erradicar en un futuro próximo.

En el pueblo, los cestos de basura poseen tres divisorios y en ellos se puede arrojar papel, cartón, inorgánicos, plástico y vidrio. Además, hay grandes cajones en diferentes puntos del centro con estos divisorios, botellas contendoras para las botellas y contenedores con forma de corazón para las tapitas, ya que las plazas céntricas congregan mucha gente durante el fin de semana. Una vez clasificado y procesado todo ello, el municipio vende todo este residuo que rescata y el dinero va a un fondo específico de reinversión.

Un trabajo importante para resaltar dentro de este plan es el que se hace con la trituradora de papel, que está en la planta. Por ésta, pasa todo el papel que junta, se tritura y luego es llevado a la escuela especial CEICA (Centro Educativo Integral Camilo Aldao), donde todos los alumnos lo reciclan en talleres y obtienen coloridos papeles.

Informe de Alejandro Bustos.