Un espejo roto, la clave para detener a un conductor fugitivo

El espejo delator. De esta manera se puede resumir la médula de una investigación judicial que llevó a la cárcel a un joven conductor, quien cuenta con antecedentes penales, acusado de haber realizado una mala maniobra con su camioneta, lo que provocó un choque que dejó malherido a un motociclista. Pero esto no fue todo: tras la colisión, quien manejaba el rodado mayo escapó del lugar y dejó a la víctima tirada en el asfalto.

Una historia que comenzó en plena avenida Rafael Núñez, en el barrio Cerro de las Rosas de la ciudad de Córdoba, y terminó en las profundidades de Bajo Pueyrredón, en el acceso este de la Capital cordobesa.

De acuerdo a lo que consta en la investigación, durante la madrugada del pasado 9 de mayo, alrededor de las 2.30, “el conductor de una camioneta Toyota Hilux realizó las maniobras necesarias para girar en U provocando que Leandro Ceballos Yupetti que circulaba con igual sentido en una moto Honda Titan pero sobre el carril central impactara sobre el costado izquierdo del utilitario y se precipitara al pavimento, sufriendo lesiones de carácter grave”. Todo quedó filmado.

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Tras el choque, que dejó malherido a Yupetti (en el Hospital de Urgencias se confirmaría luego que había sufrido fractura de húmero, radio y cúbito derechos, además de una herida cortante que obligó a que le practicaran puntos de sutura), el conductor de la camioneta aceleró y escapó del lugar.

Parte de la fuga quedó registrada a través de los domos policiales, según el informe que le llegaría durante esa misma mañana al fiscal Juan Pablo Klinger. Junto a un equipo de la Brigada de Investigaciones de la Unidad Judicial de Accidentología Vial, el funcionario judicial puso manos a la obra y comenzó a buscar al conductor fugitivo.

Algunas pistas tenían: además del registro fílmico, en el lugar del impacto habían quedado restos de un espejo de la camioneta.

Dos días después, el 11 de mayo, los policías allanaron un domicilio de Bajo Pueyrredón y detuvieron a Rodrigo José Micieli (32) sindicado por ser el presunto conductor fugitivo. En el domicilio se encontraron restos de autopartes que se compadecían con las piezas secuestradas en el lugar del evento y una llave de camioneta Toyota Hilux. O sea, Miceli había escondido allí parte del mismo espejo roto que había quedado tirado en el asfalto. El cotejo no dejó margen a dudas.

Pero faltaba, aún, la prueba más importante. Recién el jueves 15 de mayo, en el corazón de Bajo Pueyrredón, un sector crítico de la ciudad en cuanto a la inseguridad y el avance territorial del “pipazo”, los agentes lograron dar con la Toyota Hilux blanca. A simple vista, se observaba un fuerte daño sobre su puerta delantera izquierda, coincidente con el impacto con la moto. El peritaje develó todas las dudas: con la llave que le habían secuestrado días antes a Micieli, los investigadores lograron acceder al rodado.

Hay otros interrogantes, aún, que todavía no tienen respuestas: ¿cómo hizo Micieli para comprar una camioneta de alta gama?

Miceli permanece detenido acusado de los presuntos delitos de lesiones graves culposas agravadas por la conducción de vehículo automotor y por la posterior fuga.

En su prontuario judicial, ya figuran dos condenas por robos. Además, meses atrás recuperó la libertad tras ser investigado por nuevos atracos en la zona de Villa María y Villa Nueva.

Pero no sólo su nombre aparece en los registros judiciales. También supo ser noticia, tiempo atrás, cuando se lo vinculó sentimentalmente con la mediática Morena Rial, la joven que también tiene grave problemas judiciales y que es hija del conductor de la televisión porteña.