Sentido adiós a Francisco, "el padre Jorge", en la Catedral de Buenos Aires

La Plaza de la Catedral Metropolitana se convirtió este sábado en un punto de encuentro para miles de personas que rinden homenaje al Papa Francisco. Desde diversos puntos de la Capital Federal, hombres y mujeres, grandes y chicos, se dirigen en una sola dirección, hacia la puerta de la catedral, donde se siente una profunda emoción colectiva

Todos se acercaron para rendir homenaje al Papa Francisco, el “Padre Jorge”, cuyo legado de amor simple y cercanía marcó al mundo.

Carteles con la inscripción “Francisco 1936-2025” y banderas de San Lorenzo, el club de sus amores, adornan la escena, mientras la multitud, entre lágrimas y abrazos, recuerda al líder que transformó la Iglesia y tocó corazones más allá de la fe. 

“Es un día de fiesta porque se acepta a alguien que vive entre nosotros”, expresó Jorge Bosa Alvamonte, colaborador de la Capilla San Antonio de San Lorenzo, en diálogo con Cadena 3. 

Visiblemente emocionado, añadió: “Podemos vivir mejor, con más amor simple. Estoy en el lugar adecuado para despedirlo”.

La Catedral Metropolitana, donde Bergoglio ofició tantas homilías como arzobispo, se erige hoy como epicentro de un adiós que mezcla tristeza y gratitud. “Aquí, hace años, veíamos lágrimas de alegría cuando fue elegido Papa. Hoy son de tristeza”.

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La muchedumbre avanza lentamente hacia la catedral. Puntos de hidratación montados por socorristas y la presencia de “curas villeros” acompañan a los fieles, que incluyen ricos y pobres, sanos y enfermos, todos unidos en un mismo sentimiento.

“Lo conocí como Padre Jorge, en la pastoral, en la biología de la vida cotidiana”, compartió Alvamonte, reflejando la cercanía que Bergoglio mantuvo con su pueblo. 

“Como Papa, fue un líder mundial, pero siempre fue nuestro Jorge”, agregó. 

La emoción se intensifica con cánticos, rosarios y abrazos espontáneos que cortan el paso, mientras algunos rezan y otros simplemente contemplan el lugar que fue testigo de su ministerio.

Bajo el lema “Buenos Aires duele donde están los menos protegidos”, grupos de fieles planean recorrer distintos puntos de la capital para honrar el compromiso de Francisco con los más vulnerables. 

En la puerta de la Catedral Metropolitana, el legado de Francisco se siente vivo: una Iglesia de los pobres, un mensaje de misericordia y una invitación a vivir con “amor simple”. 

Mientras la ciudad llora y reza, Buenos Aires se une en un homenaje que trasciende fronteras, demostrando que el “Papa Argentino de San Lorenzo” seguirá inspirando al mundo.

Informe de Mauricio Conti