La vacunación contra el virus sincicial comenzará en enero

Buenos Aires, 12 diciembre (NA) -- El Gobierno nacional informó a las diferentes jurisdicciones que el 12 de enero de 2026 se iniciará la estrategia de vacunación contra el Virus Sincicial Respiratorio (VSR), con el fin de anticiparse a los riesgos sanitarios y proteger a los recién nacidos.

La estrategia está dirigida a todas las mujeres que se encuentren entre las semanas 32 y 36, como así también en los seis días de embarazo; no hace falta una orden médica para recibirla, y sólo se debe presentar el certificado que indique la semana de gestación.

El VSR es la principal causa de infecciones respiratorias bajas en lactantes, una problemática que históricamente tensiona al sistema de salud. Si bien la bronquiolitis es la manifestación más común, las infecciones por VSR se asocian con un mayor riesgo a largo plazo de sibilancias recurrentes y desarrollo de asma.

La implementación de la vacunación materna representa una política estratégica: transferir inmunidad al bebé durante la gestación permite que esté adecuadamente protegido desde su nacimiento reduciendo significativamente el riesgo de bronquiolitis grave, neumonía, internaciones y complicaciones graves durante los primeros seis meses de vida.

Asimismo, se busca disminuir la presión sobre las guardias pediátricas y optimizar los recursos públicos, según supo la Agencia Noticias Argentinas.

Este es el segundo año consecutivo en el que el Ministerio de Salud decide iniciar la vacunación contra VSR en enero para garantizar que la mayor cantidad de recién nacidos estén protegidos cuando comience la circulación del virus.

La Argentina, en tanto, es uno de los países pioneros de la región en la aplicación de la vacuna contra VSR durante la gestación. El trabajo de rectoría y articulación con las jurisdicciones permitió aplicar más de 178.000 dosis, alcanzando al 65 por ciento de la población objetivo.

De hecho, los resultados preliminares muestran una reducción de hospitalizaciones asociadas al VSR del 62 por ciento y una disminución de ingresos a terapia intensiva del 70% en bebés menores de seis meses.