El intendente que "rompió" el casino, ahora acumula otra acusación

Cayetano Canto ya tiene su lugar reservado en la memoria de la política de Córdoba. Exintendente de Saldán y con una larga trayectoria dentro del peronismo cordobés, su nombre saltó al conocimiento nacional cuando se conoció que en sólo 18 meses había amasado una interesante fortuna de 37 millones de pesos (alrededor de 250 mil dólares al cambio oficial de la época) con una impresionante racha que incluyó 260 triunfos en el casino y cinco veces en la Lotería de Córdoba.

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Sin lugar a dudas, un récord digno de estudio. Aunque en este caso, quienes pusieron la lupa sobre él no fueron precisamente científicos, chamanes o tarotistas, sino la Justicia Federal de Córdoba y la Unidad de Información Financiera (UIF), a través del área de Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS).

Dos veces intendente de Saldán (a la reelección la logró en 2019 con un porcentaje histórico del 77 por ciento de votos a favor), exvicepresidente de Racing de Nueva Italia, efímero vocal de la Agencia Córdoba Deportes durante este 2024 y actual concejal de su localidad, es conocido en su pago chico como "el Pollero", por el antiguo local de ventas de pollos que heredó de sus padres, San Cayetano (Avícola Saldán SAS).

Un comercio que tuvo un impulso importante durante su gestión como intendente, con dos clientes muy importantes: la propia Municipalidad que él dirigía y el club Racing del que fue vicepresidente.

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El fiscal federal Enrique Senestrari avanzó en contra de él en dos causas. Por un lado, en 2020 lo acusó junto al hoy exintendente de Mendiolaza, Daniel Salibi, de haberse involucrado en una presunta una usina de facturas truchas.

"Los intendentes de Saldán, Cayetano del Valle Canto, y de Mendiolaza, Néstor Daniel Salibi, habrían retirado fondos públicos de manera fraudulenta y los justificaron con comprobantes falsos que les proveyeron los miembros de la asociación ilícita desarticulada la semana pasada", los acusó en aquel momento.

Fueron imputados por defraudación por administración fraudulenta agravada (en perjuicio de la administración pública), pero la causa quedó en un limbo luego de que el entonces juez Ricardo Bustos Fierro (hoy jubilado) sostuviera que esta parte de la investigación debía pasar a la órbita provincial, o sea al Fuero Anticorrupción, medida que fue apelada por la fiscalía. Finalmente, este año, el juez federal Alejandro Sánchez Freytes terminó por procesar a Canto y a Salibi.

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Fue a partir de aquella investigación, que la UIF se puso a estudiar el patrimonio de Canto. Y detectó que el exintendente de Saldán figuraba como ganador de los sorteos de la Lotería de Córdoba en junio de 2020 (plena pandemia, cuando los casinos estaban cerrados) y en febrero, marzo, mayo y julio de 2021. Cinco veces.

El reporte de la UIF alertaba sobre una racha aún más impresionante: en 18 meses, con la pandemia en el medio, Canto ganó 260 veces en el casino. La mayoría de las veces, retiró el premio en efectivo. El 15 de octubre de 2022, el entonces intendente de Saldán obtuvo tres premios, casi simultáneos, en el juego de azar.

Con esta información, el fiscal Senestrari avanzó en mayo de 2024 con una serie de allanamientos en los domicilios particulares y comerciales de Cayetano Canto, sus hijos y otros familiares.

Dos meses después, el fiscal lo imputó por presunto lavado de dinero junto a tres de sus hijos, Victoria Nahir, Gustavo Damián (futbolista profesional, hoy en México) y Alejandro Sebastián Canto.

Y ahora, el fiscal fue por más y sumó la tercera acusación en contra de Canto. Solicitó que el exintendente de Saldán y su socio en Avícola Saldán SAS, Ricardo Ariel Basualdo, sean perseguidos judicialmente por evasión simple al Impuesto al Valor Agregado y por evasión simple al Impuesto a las Ganancias.

Según las fuentes consultadas, se habría detectado que entre 2021 y 2024 la avícola de Canto habría evadido impuestos en al menos nueve períodos, por suman que van desde 1,7 millones de pesos a los 6 millones. Cerca de 25 millones de pesos en facturaciones de más de 150 millones que no habrían sido ingresadas en el sistema contable de la avícola.

Estos datos fueron detectados por los sabuesos de Arca después de los últimos allanamientos ejecutados en contra de Canto y su familia.

Si bien se detectaron nueve presuntos casos de evasión tributaria, en siete de estos períodos observados Canto se acogió a una ley para evitar la promoción de la acción penal, pagando el monto evadido a la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (Arca) por lo que la causa abierta ahora apunta a sólo dos de estos casos.