Alarmante: 35% de chicos recibe castigo físico y más del 50% agresiones verbales

Un reciente informe del Observatorio de Desarrollo Humano y la vulnerabilidad del Instituto de Ciencias para la Familia en la Universidad Austral revela que en 2024, el 35% de los niños entre 1 y 14 años recibe castigo físico como método educativo. 

Además, más del 50% experimenta agresiones verbales, mientras que solo el 30,6% se educa con métodos no violentos.

La especialista María Sol González en diálogo con Cadena 3 señaló que "la violencia es un fenómeno multicausal" que se normaliza culturalmente en el proceso de crianza. 

Según González, "hay una normalización cultural de la violencia como forma de educación" que se transmite de generación en generación. 

/Inicio Código Embebido/

El contexto social actual, que muestra un aumento en la irascibilidad y la falta de empatía, exacerba esta problemática.

La situación se agrava en hogares monoparentales, donde los padres enfrentan dificultades adicionales. 

"Me da la sensación que a los padres divorciados, por esa culpa, les cuesta más ponerle un límite a su hijo", comenta González. 

También destaca que muchas relaciones vinculares se vuelven conflictivas, dando lugar a que los niños sean usados como "botín de guerra" en separaciones.

González resaltó la necesidad de una ley nacional de prevención contra la violencia infantil, ya que actualmente existe una falta de herramientas efectivas para enfrentar el problema. "Estamos fallando todos, la sociedad, el Estado", afirma.

La violencia no solo es física, sino también verbal. La especialista menciona que se utilizan frases que afectan la autoestima de los niños. 

/Inicio Código Embebido/

"Las emociones son cada vez más desbordantes y las soluciones son cada vez más difíciles", añadió. 

Además, advirtió sobre la falta de intervención en el mundo adolescente, lo que contribuye al incremento de suicidios entre jóvenes de 10 a 29 años.

Finalmente, enfatiza que es esencial cuidar del cuidador. "Nadie cuida a los que cuidan", sostuvo, haciendo hincapié en que es difícil educar y establecer límites cuando los cuidadores no están contenidos emocionalmente. 

La crianza respetuosa demanda atención y compromiso, en un contexto donde los padres se sienten cada vez más desbordados.

Informe de Alejandro Bustos