Ñoquis de calabaza: una tradición argentina para el paladar y la familia

Los ñoquis de calabaza son una delicia que une a las familias argentinas alrededor de la mesa. Este plato, aunque tiene sus orígenes en Italia, ha encontrado un lugar en la gastronomía local, adaptándose a los productos autóctonos del país. La calabaza, especialmente, aporta un sabor dulzón y una textura única que hacen de este ñoqui una experiencia gustativa excepcional.

El 29 de julio se celebra en Argentina el Día del Ñoqui, una fecha emblemática que invita a disfrutar de juguetes de pasta y de la tradición de dejar dinero bajo el plato al finalizar la comida, como un símbolo de prosperidad. Esta costumbre ha trascendido generaciones y ha hecho de cada comida un momento especial para compartir entre amigos y familia.

La calabaza, uno de los ingredientes protagonistas de esta receta, no solo es versátil, sino que también está llena de nutrientes. Con un alto contenido de vitaminas A y C, así como de fibra, es una opción ideal para incluir en la dieta, especialmente durante los meses de invierno. La receta de ñoquis de calabaza es muy accesible, ya que se pueden utilizar ingredientes sencillos que se suelen tener en la alacena.

Este plato no solo se disfruta en casa, sino también en restaurantes y casas de comida, donde cada chef le da su toque personal, enriqueciendo la tradición. Al ser un plato que se puede preparar en grandes cantidades, se convierte en una excelente opción para las reuniones familiares o festejos.

Para preparar los ñoquis de calabaza, se necesitan pocos ingredientes y un poco de paciencia, pero el resultado vale completamente la pena. Se puede acompañar con salsas clásicas como la de tomate o con salsas más innovadoras que incluyan ingredientes como crema y quesos saborizados. No hay un único modo de disfrutar de estos ñoquis, lo que los convierte en una opción atractiva para todos los paladares.

Pasos

1. Cocinar la calabaza al horno o al vapor hasta que esté tierna y desprezar el agua. Luego, hacer un puré.

2. En un bol, mezclar el puré de calabaza con los huevos y un poco de sal.

3. Agregar la harina poco a poco hasta obtener una masa homogénea que se desprenda del bol.

4. Con las manos enharinadas, formar cilindros y cortarlos en pequeñas porciones.

5. Presionar cada porción con un tenedor para darles forma.

6. Cocinar en agua hirviendo hasta que floten y sacar con una espumadera.

7. Servir acompañados de la salsa preferida y disfrutar en buena compañía.