Arrollado de pollo: un clásico argentino que conquista el paladar

El arrollado de pollo se ha convertido en un plato emblemático de la gastronomía argentina, amado por su versatilidad y su delicioso sabor. Esta receta, que tiene raíces en la cocina europea, llegó al país con los inmigrantes, quienes la adoptaron y adaptaron a los ingredientes locales. A lo largo del tiempo, se ha ganado un lugar especial en las mesas argentinas, especialmente en ocasiones festivas o reuniones familiares.

Tradicionalmente, el arrollado de pollo se elabora con pechugas de pollo deshuesadas, que se rellenan con una mezcla de ingredientes que pueden variar según la preferencia de cada cocinero. Algunos optan por incluir jamón, queso, verduras y especias, lo que le da un toque distintivo y delicioso.

Esta receta es perfecta para la temporada de invierno, ya que su cocción lenta permite que los sabores se intensifiquen y se mezclen de manera armoniosa. Además, es un plato saludable y nutritivo, ideal para aquellos que buscan cuidar su alimentación sin sacrificar el gusto.

El arrollado de pollo se sirve caliente o frío, lo que lo convierte en una opción versátil para llevar a picnics o reuniones. Su presentación, en rodajas coloridas y jugosas, siempre impresiona a los invitados. Este plato es ideal para acompañar con una ensalada fresca o papas al horno, creando un menú completo y delicioso.

Durante años, la receta del arrollado de pollo ha sido transmitida de generación en generación, convirtiéndose en un símbolo de la cocina familiar argentina. Aprender a preparar este plato no solo permite disfrutar de su exquisito sabor, sino también revivir momentos entrañables en torno a la mesa, donde la comida es mucho más que solo alimento; es un lazo que une a las familias.

Pasos

1. Precalentar el horno a 180 grados Celsius.

2. Con un martillo de cocina, aplanar las pechugas de pollo hasta que queden finas.

3. En un bol, mezclar el jamón y el queso cortados en trozos pequeños. Agregar un puñado de espinacas o acelgas blanqueadas para darle frescura al relleno.

4. Distribuir la mezcla de manera uniforme sobre las pechugas de pollo y enrollarlas con cuidado, formando un rollo. Asegurar el arrollado con hilo de cocina o colocando palillos en los extremos.

5. Sellar el arrollado en una sartén caliente con un poco de aceite hasta que adquiera un color dorado por fuera.

6. Transferir el arrollado a una fuente para horno y cocinar durante aproximadamente 40-45 minutos, o hasta que el pollo esté completamente cocido.

7. Retirar del horno y dejar enfriar antes de cortar.

8. Servir en rodajas y disfrutar.

Ingredientes

- 4 pechugas de pollo deshuesadas (aproximadamente 1 kg)

- 200 g de jamón cocido

- 200 g de queso (tipo mozzarella o fontina)

- 100 g de espinacas o acelgas blanqueadas

- Sal y pimienta al gusto

- Aceite de oliva para sellar