Rige el uso obligatorio de la receta electrónica: todo lo que hay que saber

En una medida que busca "modernizar y transparentar" el sistema de salud, el Ministerio de Salud de la Nación dispuso la obligatoriedad de la receta médica electrónica para todas las prescripciones, incluyendo análisis, estudios y prácticas médicas, extendiendo así una normativa que ya regía para medicamentos. 

La subsecretaria de Vigilancia Epidemiológica, Información y Estadísticas de Salud, Susana Azurmendi, explicó a Cadena 3 los alcances, beneficios y desafíos de esta transición y destacó que la receta electrónica es parte de un reordenamiento del sistema de salud orientado a la digitalización, con el objetivo de garantizar mayor claridad, seguridad y trazabilidad. 

"Desde el 1 de enero, la receta electrónica ya se usaba para medicamentos. Ahora, ampliamos su alcance a todo tipo de prescripciones, como ecografías, análisis clínicos o sesiones de kinesiología, para que todos los prestadores de salud adopten esta modalidad", afirmó a esta emisora.

La subsecretaria aclaró que la implementación no implica un único sistema nacional, sino la integración de los diversos sistemas digitales ya existentes en provincias, obras sociales y establecimientos de salud. "Argentina es un país federal y trabajamos con un ecosistema amplio de plataformas. La reglamentación busca homogeneizar procesos para asegurar registros únicos y evitar duplicaciones, algo que el papel no garantiza", explicó.

Un punto clave abordado fue la situación de zonas sin conectividad, como áreas rurales donde el acceso a internet es limitado. Azurmendi aseguró que la receta de papel seguirá siendo una alternativa en casos de contingencia, como cortes de sistema o falta de WiFi. "Lo importante es que el ciudadano no quede sin atención ni medicamentos. La receta de papel es una salida excepcional, pero el objetivo es que no sea la norma", subrayó.

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La trazabilidad que ofrece la receta electrónica también fue destacada como una herramienta para reducir riesgos, como los relacionados con el uso indebido de medicamentos. "La digitalización permite saber por dónde va la receta, asegurando datos seguros y registros únicos", afirmó Azurmendi.

Respecto a quiénes afectará principalmente este cambio, la subsecretaria señaló que se trata de un "cambio cultural" que involucra a médicos, farmacéuticos, prestadores y pacientes. Sin embargo, enfatizó que el principal beneficiario es el ciudadano. "Las recetas electrónicas ofrecen claridad, evitan pérdidas de prescripciones y permiten dispensar medicamentos por separado sin retener la receta, como ocurre con el papel. Esto facilita el acceso a los tratamientos", explicó.

En cuanto a los plazos de implementación, Azurmendi detalló que el proceso será gradual: 45 días para la prescripción de prácticas médicas, 90 días para medicamentos de receta archivada (como antibióticos) y 120 días para medicamentos de receta restringida (como psicotrópicos y estupefacientes). 

Actualmente, 180 plataformas digitales ya están registradas en el Registro Nacional de Plataformas Digitales, lo que refleja un avance significativo en la adopción de esta tecnología.

Para quienes tengan dificultades con la tecnología, un aspecto que preocupa a muchos pacientes, Azurmendi anunció que el Ministerio de Salud implementará medidas de apoyo, como videos explicativos en su sitio web, un número 0800 y una dirección de correo para consultas, además de conversatorios con las provincias para capacitar a los equipos locales. 

"Si alguien llega a una farmacia sin celular ni receta en papel, con su DNI podrá acceder a la receta electrónica en los repositorios digitales", aseguró.

La subsecretaria remarcó la importancia de la difusión para facilitar la transición. "Es un cambio gradual y cultural. Queremos que todos, especialmente quienes tienen menos familiaridad con la tecnología, puedan adaptarse sin inconvenientes", afirmó.

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Entrevista de Miguel Clariá.