Aprobaron una ordenanza en Pilar que multa a motociclistas que circulen en grupo

El intendente de Pilar, Leopoldo Grumstrup, confirmó la aprobación de una ordenanza destinada a sancionar a grupos de motociclistas que circulan en conjunto y de manera temeraria, fenómeno que, según el municipio, se ha expandido en distintas ciudades del país. 

La normativa define esta práctica como "conducción en hordas" y establece un régimen específico de penalidades para quienes integren estos desplazamientos.

Grumstrup señaló que la problemática “no es una simple infracción de tránsito”, sino una conducta "antisocial, organizada" que afecta el descanso y la seguridad de los vecinos. La ordenanza caracteriza a las “hordas” como grupos de cinco o más motocicletas que circulan coordinada o desordenadamente, ocupando la calzada e impidiendo el tránsito, generando intimidación o realizando maniobras riesgosas.

Entre las medidas adoptadas, el municipio triplicó las multas aplicables. Sin embargo, el intendente subrayó que la iniciativa “no tiene un fin recaudatorio”. Desde hace dos años, Pilar permite que quienes no puedan afrontar sanciones económicas las sustituyan por trabajo comunitario, con el objetivo de reforzar la educación vial.

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Consultado sobre la aplicación práctica de la norma, Grumstrup indicó que el municipio trabaja en conjunto con la Policía de Córdoba y que se avanza en la identificación de vehículos y conductores. El operativo se realiza mediante un sistema de cámaras y seguimiento diario. Según el intendente, el municipio destina "más de tres millones de pesos semanales" a este dispositivo, debido a la dificultad operativa de intervenir en tiempo real ante grupos numerosos.

Grumstrup describió a Pilar como parte de un conglomerado urbano que, junto con Río Segundo, supera los 50.000 habitantes, y estimó que el parque de motocicletas en la zona "puede superar las 25.000 unidades". También reconoció baja utilización de casco y una pérdida de "valores básicos de educación vial".

El jefe comunal sostuvo que el fenómeno tiene dimensión social y no se limita a un tipo de vehículo. "Se han perdido valores fundamentales del respeto, de la tolerancia, del entender que el derecho de uno empieza y termina donde comienza el otro". En ese sentido, consideró que el problema excede la capacidad de acción de un municipio y requiere un proceso de "reeducación" colectiva.

La ordenanza ya está en vigencia y contempla sanciones económicas y trabajo comunitario para quienes sean identificados como participantes en “hordas” de motociclistas.

Entrevista de Miguel Clariá.