Presión cambiaria
02/08/2025 | 13:24
Redacción Cadena 3
El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que el Banco Central (BCRA) utilizó al menos USD 3.000 millones en contratos de futuros durante julio con el objetivo de frenar el aumento del dólar.
El organismo explicó que estas posiciones, que alcanzaron aproximadamente USD 5.000 millones hasta el jueves, se realizaron en pesos y no representaron un riesgo directo para las reservas, aunque enfatizó que esta herramienta "no debe sustituir otras de política monetaria" en la gestión de liquidez y tasas de interés.
Durante julio, el BCRA intensificó su intervención en el mercado de dólar futuro, incrementando su posición neta abierta a cerca de USD 5.000 millones hasta el 15 de julio, según los datos proporcionados por el FMI. Este incremento representó un aumento de alrededor de USD 3.000 millones solo en ese mes, en un contexto marcado por alta volatilidad y excesiva liquidez tras el fallido desarme de las Letras Fiscales de Liquidez (Lefis). Esta situación motivó una advertencia del organismo internacional.
El informe del FMI, correspondiente a la primera revisión del programa con Argentina, indicó que el país había incumplido las metas de reservas y cantidad de dinero establecidas para junio. Ante la escalada del dólar, el BCRA decidió intervenir más agresivamente en el mercado de futuros, vendiendo contratos de dólar contra pesos para moderar las expectativas de devaluación y frenar la subida del tipo de cambio. Sin embargo, estas ventas no lograron detener el avance del dólar, que aumentó más del 13% en julio, marcando su mayor incremento mensual desde la devaluación que inició el gobierno de Javier Milei.
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/Fin Código Embebido/Fuentes del mercado publicadas por Infobae estimaron que la intervención del BCRA en futuros dejó una pérdida cercana a $500.000 millones entre mayo y fines de julio. La mayor parte de esta pérdida se concentró en los últimos días del mes, cuando se registró un ajuste significativo en la cotización del dólar futuro, especialmente en el tipo de cambio A3500, que avanzó un 13,22% en treinta días. Los últimos datos oficiales indicaron que la posición de futuros había llegado a USD 2.000 millones en mayo y se mantuvo estable durante junio.
Desde la eliminación del cepo para personas físicas, el esquema de bandas de flotación cambiaria implementado por el BCRA restringió la utilización de reservas internacionales para frenar presiones sobre el dólar spot, salvo situaciones excepcionales que llevaran la cotización al techo de la banda. Por esta razón, la entidad recurrió a la venta masiva de contratos futuros como alternativa para intentar controlar la inestabilidad cambiaria sin comprometer aún más sus reservas internacionales, que continuaron muy por debajo de los objetivos comprometidos con el FMI.
La autoridad monetaria fijó un tope de USD 9.000 millones para esta herramienta, aunque no existe un objetivo específico en el acuerdo con el Fondo. Salvador Vitelli, Head of Research de Romano Group, estimó que la posición de futuros del BCRA llegó a USD 5.100 millones en julio y calculó que esa exposición se redujo en USD 1.500 millones hacia finales del mes.
El BCRA complementó su estrategia con aumentos en las tasas de interés a corto plazo para absorber parte de la liquidez inyectada tras el desarme de las Lefis. Este proceso liberó cerca de $10 billones en el mercado, pero no fue acompañado por una absorción total de esos fondos, lo que agravó la presión sobre los precios del dólar y motivó una reacción más dura en los mercados derivados.
El documento del FMI advirtió que utilizar futuros para intervenir en el mercado "no debe sustituir otras herramientas" para gestionar la liquidez y la alta volatilidad en las tasas de interés. Aunque estas posiciones se liquidaron en pesos y no representaron un riesgo directo para las reservas, implicaron un costo cuasi fiscal para el balance del BCRA. Cada vez que se liquidaron posiciones perdedoras en futuros, la autoridad monetaria emitió pesos adicionales, generando un riesgo para la estabilidad monetaria a mediano plazo.
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/Fin Código Embebido/En julio, la actividad en el mercado de futuros alcanzó niveles máximos bajo la gestión Milei. La combinación entre fuerte demanda por cobertura, limitaciones operativas debido al régimen de bandas, escasez de reservas y restricciones sobre intervenciones directas llevó al BCRA a mantener una posición vendedora. Analistas advirtieron que esta dinámica permitió postergar episodios mayores de tensión cambiaria pero solo trasladó el problema hacia la política monetaria general, ya que estos pesos podrían terminar presionando nuevamente sobre la demanda futura de divisas.
Aunque operar con futuros no comprometió reservas, sí condicionó la capacidad del BCRA para controlar la liquidez y coordinar expectativas, además de generar incertidumbre sobre la consistencia del régimen cambiario. El FMI subrayó la necesidad urgente del Banco Central para avanzar hacia un régimen monetario y cambiario “más claro”, resaltando que los instrumentos utilizados hasta ahora ofrecen cobertura limitada y por plazos acotados. El organismo advirtió sobre los riesgos asociados a mantener herramientas transitorias como instrumentos principales y destacó que tanto la consolidación fiscal como monetaria serán fundamentales para estabilizar el mercado cambiario y restaurar la confianza entre los inversores.
La intervención actual mostró una diferencia significativa respecto a las acciones realizadas por el BCRA durante los últimos meses del segundo gobierno de Cristina Kirchner y durante los 14 meses bajo Alejandro Vanoli como presidente del Central.
A fines de 2015, según un informe elaborado por Quantum, el BCRA contaba con reservas netas negativas y estaba “vendido” en futuros por un monto equivalente a USD 17.500 millones; además, se estimaba que el impacto monetario derivado por compensar dicha situación superaría los $90.000 millones, lo cual representaba un 14% de la base monetaria vigente entonces.
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Presión cambiaria
La exigencia de efectivo mínimo se elevó al 40% para todos los depositantes, con el objetivo de reducir la cantidad de pesos en circulación y mitigar la presión sobre el dólar y la inflación.
Mercados
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