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Insólito

Polémica por el impuesto a los gases de las vacas: un eco del pasado romano

02/12/2025 | 11:50


Redacción Cadena 3

Lucas Botta

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Polémica por impuesto a gases de vacas: un eco del pasado romano

Una ola de polémica se desató recientemente con la presentación de un proyecto de ley que busca imponer un tributo a los gases emitidos por las vacas

La medida, impulsada por la diputada Lucía Klug a solo siete días de finalizar su mandato, resulta no solo inusual sino insólita, llevando a muchos a cuestionar la creatividad de nuestros legisladores. ¿Un impuesto a las flatulencias de las vacas? La idea parece rozar lo absurdo, pero la historia nos muestra que las ideas de recaudación más extremas y polémicas no son nuevas bajo el sol.

Nuestros gobernantes parecen tener un interés particular en innovar en materia fiscal, y en este contexto, he encontrado un curioso y revelador paralelo con la Antigua Roma.

En el año 70 después de Cristo, el emperador Vespasiano, enfrentando una profunda crisis económica, introdujo una medida tan controvertida como el impuesto propuesto hoy: el impuesto a la orina, conocido como Vectigal urinae. Para Vespasiano, la necesidad de recursos del imperio justificaba la medida, respetando una lógica fiscal pragmática y atemporal: Pecunia non olet (El dinero no huele).

Al igual que la propuesta actual sobre el ganado, el impuesto a la orina de Vespasiano fue objeto de fuertes críticas y escarnio, considerado por muchos como extremo e inaceptable. Sin embargo, el emperador defendió su recaudación, insistiendo en que la fuente del dinero era irrelevante ante la necesidad de sanear las arcas del Estado.

Resulta fascinante cómo estas situaciones se repiten a lo largo de la historia. Cada vez que hay una crisis o una urgencia recaudatoria, surgen ideas que rayan en lo ilógico. La historia del impuesto romano, de hecho, podría incluso estar inspirando nuevas medidas fiscales en la actualidad, demostrando que la necesidad agudiza el ingenio... o al menos, la audacia.

La iniciativa de fiscalizar las flatulencias de las vacas no debería ser un tema a tomar a la ligera. Es fundamental cuestionar estas propuestas que, bajo la capa de la innovación tributaria, esconden un afán recaudatorio que parece no tener límites. Debemos exigir que la búsqueda de recursos sea responsable y lógica, evitando caer en la trampa del absurdo, por más que la historia nos demuestre que, para algunos gobernantes, el fin justifica cualquier medio.

Lectura rápida

¿Qué proyecto de ley se presentó recientemente? Un proyecto de ley que busca imponer un tributo a los gases emitidos por las vacas.

¿Quién impulsa la medida? La diputada Lucía Klug a solo siete días de finalizar su mandato.

¿Qué paralelo histórico se menciona? La medida se compara con el impuesto a la orina introducido por el emperador Vespasiano en el año 70 d.C.

¿Cuál era la lógica detrás del impuesto de Vespasiano? La necesidad de recursos del imperio justificaba la medida, argumentando que la fuente del dinero era irrelevante.

¿Por qué es importante cuestionar la iniciativa actual? Porque puede esconder un afán recaudatorio que no tiene límites y debe ser responsable y lógica.

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