El futuro, Batakis y River, drama en tres actos

Primer acto, el futuro

Esta mañana, participé como cada martes, de un seminario sobre periodismo económico al que asisten una decena de jóvenes estudiantes de periodismo.

Por cierto, el tema central hoy fueron el cambio en el Palacio de Hacienda, con la renuncia de Martín Guzmán y la llegada de Silvina Batakis.

El análisis de los eventuales cambios en el rumbo económico derivó, a instancias de la docente, en una reflexión sobre el futuro del país y sus sentimientos.

Y allí es donde apareció la palabra tan temida: incertidumbre.

“Ver tantas caídas en el país, baja el optimismo”, admitió Juan, de 22 años. ¿Qué siente? Que el futuro es impredecible.

Aunque desea que “todo sea para bien”, agacha la cabeza y deja caer su voz a un tono muy bajo: “Cuesta ilusionarse por cómo se están manejando las cosas…”

Otra compañera admite que ya desde la gestión de Maurio Macri había sufrido incertidumbre. “Hoy pasa cualquier cosa”, dice y se resigna: “Sé lo que ya perdí”.

La ronda sigo y apareció otro temor: la desaparición de la clase media en la Argentina.

Todo un cuadro que pinta el estado de ánimo de jóvenes que amanecen a una realidad que no es luminosa.

Segundo acto, Batakis

¿Podrá la ministra de Economía nadar en un río tan lleno de torbellinos como los que genera la disputa entre Alberto Fernández y Cristina Fernández?

Seguramente, Silvina Batakis debe apostar a que la cena del lunes por la noche entre los Fernández en Olivos garantice un estado de paz más o menos duradero. Aunque con la personalidad de ambos, eso nunca se sabe.

De lo contrario, vamos a tener que aprender a convivir con la economía como arma de supervivencia política.

Por ejemplo, el déficit fiscal convertido en una herramienta que Cristina quiere usar para preservar el poder.

Cristina ni siquiera dice que el déficit es un mal necesario. Más bien, lo contrario.

La puja no tiene que ver con la salud económica de un país sino con su propio futuro.

La lección del “plan platita” en 2021 fue contundente: emitir y repartir no les sirvió para ganar las elecciones.

O Batakis es capaz de sofocar la pelea.

O la pelea se la devora.

Tercer acto, River

El debut televisivo de la ministra en un canal amigo, como C5N, dejó un minuto final que parece una anécdota, pero en el fondo no lo es.

Cuando le preguntaron a Batakis, conocida fanática de Boca, si iba a habilitar a River para girar los dólares necesarios al Junior de Barranquilla a fin de que compre a Miguel Ángel Borja. “No, por supuesto que no, eso seguro que, seguro que no (repitió). Todo para Boca”, dijo entre risas.

Más allá de que demos por buena la broma, lo cierto es que la mayoría entendió que habrá que vivir sin dólares para la producción, el comercio, las actividades artísticas, el deporte, los viajes y todo aquel que necesite un billete cabeza grande.