Presupuesto e Inocencia Fiscal: señales que entusiasman a los inversores

La aprobación del Presupuesto nacional y de la ley de Inocencia Fiscal generó expectativas positivas en los mercados financieros, que anticipan una reacción favorable en acciones y bonos argentinos. Así lo sostuvo el economista Gabriel Caamaño, director de la consultora Outlier, quien destacó que la sanción del Presupuesto aporta previsibilidad y una señal de normalización institucional tras dos años consecutivos sin una ley de gastos aprobada.

En diálogo con Radioinforme3 por Cadena 3 Rosario, Caamaño remarcó que contar con un Presupuesto vigente vuelve más racional la discusión política y el debate sobre el uso de los recursos públicos. Señaló que, sin esa herramienta, muchas discusiones quedaban vacías de contenido, ya que no había partidas claras ni un marco formal que ordenara el intercambio entre oficialismo y oposición.

El economista subrayó además que la aprobación del Presupuesto es leída por el mercado como una señal de fortaleza política del gobierno de Javier Milei, al lograr consensos legislativos en un contexto complejo. Según explicó, todos los países realizan el ejercicio político de acordar qué gastar, cómo financiarlo y con qué objetivos, algo que Argentina no había podido sostener en los últimos años.

Sin embargo, Caamaño advirtió que, por la ley de Administración Financiera vigente desde 2006, el Presupuesto en Argentina tiene límites reales como herramienta de control. Recordó que el Poder Ejecutivo cuenta con amplias facultades para reasignar partidas y disponer de excedentes de recaudación, lo que hace que muchas proyecciones no sean del todo realistas, más allá del valor institucional de la norma.

Respecto de los vencimientos de deuda previstos para enero, el director de Outlier aclaró que el mercado no duda de la voluntad de pago del Gobierno, sino de la forma en que se obtendrán los dólares necesarios. En ese sentido, explicó que la incertidumbre pasa por si el Tesoro recurrirá a financiamiento propio o si volverá a apoyarse en el Banco Central, una alternativa que genera mayor ruido entre los inversores.

Caamaño señaló que la posibilidad de seguir descapitalizando al Banco Central para afrontar pagos no es bien recibida por el mercado, que prefiere ver señales de acceso al financiamiento por parte del Tesoro. En ese marco, consideró que la confirmación de un acuerdo de tipo repo ayuda a despejar dudas, aunque el frente cambiario y financiero sigue siendo el punto más sensible del programa económico.

Pese a ese escenario, el economista descartó que estas tensiones deriven en un período de inestabilidad. Reconoció que la cuestión monetaria y cambiaria continúa siendo la “pata más floja” del esquema económico, condicionada por la permanencia del cepo y las dificultades de acceso al mercado, pero sostuvo que no ve riesgos inmediatos de crisis.

De cara a 2026, Caamaño proyectó una recuperación de la actividad económica, aunque aclaró que el consumo no será el motor principal del crecimiento. Según su análisis, el impulso debería venir de los sectores exportadores y de la inversión, lo que obliga al Gobierno a cuidar la rentabilidad de esos rubros y evitar una nueva apreciación del tipo de cambio real que complique el despegue económico.

Entrevista de Hernán Funes.