Tensión por aranceles: Estados Unidos y Europa negocian en París

PARÍS (AP) — En París, Europa y Estados Unidos llevaron a cabo reuniones para buscar una solución a una tensa disputa arancelaria que genera consecuencias económicas a nivel mundial entre dos potencias económicas. El principal negociador comercial de la Unión Europea, Maroš Šefcovic, se reunió el miércoles con su par estadounidense, el representante de Comercio de Estados Unidos, Jamieson Greer, al margen de una cumbre de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

“Estamos avanzando en la dirección correcta a buen ritmo y manteniéndonos en contacto cercano para mantener el impulso”, expresó Šefcovic en la red social X, junto a una fotografía donde se lo ve dándole la mano a Greer. Sin embargo, la perspectiva de lograr un acuerdo comercial significativo durante estas negociaciones en París parece poco probable, dado que las discrepancias que existen entre ambas partes son complejas y de difícil resolución en el corto plazo.

El déficit comercial que Estados Unidos mantiene con la Unión Europea, que alcanzó un récord de 161.000 millones de dólares el año pasado, sigue siendo motivo de preocupación para el presidente estadounidense, Donald Trump. Este déficit ha llevado a Trump a criticar frecuentemente lo que considera prácticas comerciales desleales por parte de Europa, resaltando el impacto del impuesto del 10% que la UE aplica sobre los automóviles importados, mientras que el de Estados Unidos se elevó del 2,5% al 25% el pasado abril.

Trump sostiene que esta brecha se debe a la injusticia comercial, pero la Unión Europea defiende que sus compras de servicios estadounidenses, especialmente en el sector tecnológico, prácticamente equilibran el déficit.

Después de los recientes aranceles inesperados del gobierno de Trump sobre el acero, que alteraron significativamente los mercados globales y complicaron las negociaciones bilaterales, la UE anunció que comenzaba a preparar “contramedidas” en respuesta a las decisiones americanas.

La Unión Europea ha propuesto un acuerdo de “cero por cero”, donde ambas partes eliminarían los aranceles sobre productos industriales, incluidos los automóviles. Aunque Trump ha rechazado esta idea, funcionarios de la UE insisten en que la propuesta sigue abierta a discusión.

La UE podría aumentar sus compras de gas natural licuado y artículos de defensa de Estados Unidos, además de reducir los aranceles sobre automóviles. Sin embargo, es poco probable que se inclinen a eliminar el impuesto al valor agregado ni a aceptar la apertura del mercado europeo a la carne estadounidense.

“Aún tenemos algunas semanas para mantener estas conversaciones, y si no hay progreso, Europa está en condiciones de implementar contramedidas sobre productos y servicios de Estados Unidos”, comentó Laurent Saint-Martin, ministro francés de Comercio, antes de la reunión de la OCDE.

Greta Peisch, exasesora del representante comercial de Estados Unidos en el gobierno de Biden, indicó que la propuesta de “cero por cero” podría suponer una vía para avanzar, siempre que la administración Trump busque razones para evitar imponer nuevos aranceles a la UE.

Sin embargo, Peisch, que ahora es socia en el bufete de abogados Wiley Rein, planteó la preocupación sobre la voluntad de Estados Unidos para llegar a un acuerdo con la UE, dado el historial de quejas de Trump sobre las prácticas comerciales europeas, incluyendo críticas al impuesto al valor agregado.

Trump considera el IVA como un mecanismo proteccionista que afecta a los productos estadounidenses, cuando en realidad es un impuesto aplicado a nivel nacional. Hay escasas probabilidades de que se realicen reformas para adaptarse a la presión estadounidense.

De igual modo, es probable que Europa se resista a la eliminación de las regulaciones alimentarias y de seguridad que Estados Unidos considera como obstáculos comerciales, incluyendo las restricciones a la carne de res tratada con hormonas, el pollo tratado con cloro y los productos genéticamente modificados.

“Cuando se habla de estándares de seguridad alimentaria o regulación automotriz, se trata de cómo cada país decide regular su economía. Ellos ven esas regulaciones como necesarias para la salud pública, mientras que nosotros las consideramos proteccionistas”, declaró Reinsch. “Este ha sido un punto de conflicto durante más de 60 años”.

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McNeil informó desde Barcelona y Wiseman desde Washington, D.C.