Republicanos se dirigen a la Casa Blanca mientras el paquete fiscal de Trump enfrenta obstáculos

WASHINGTON (AP) — Con el ambicioso paquete fiscal del presidente Donald Trump enfrentando serios riesgos de estancamiento, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, junto a los republicanos conservadores, se dirigen este miércoles a la Casa Blanca para una reunión crucial destinada a salvar lo que han denominado el “gran y hermoso proyecto de ley”.

Johnson, representante por Luisiana, tenía previsto votar sobre el complejo proyecto de más de 1.000 páginas después de una maratónica audiencia en comité, la cual se prolongó hasta el mediodía. A pesar de que los demócratas no cuentan con los votos suficientes para bloquear el paquete, están utilizando todas las tácticas disponibles para oponerse y capitalizar el caos dentro del Partido Republicano.

“Consideramos que este proyecto de ley es una gran amenaza para el pueblo estadounidense”, afirmó el líder demócrata en la Cámara, Hakeem Jeffries, de Nueva York, mientras acudía a la audiencia.

Trump instó a su bancada a abandonar la discusión y llevar el proyecto adelante, arriesgando su propia influencia política. Sin embargo, su intento de convencer a varios escépticos esta semana en el Capitolio no tuvo éxito, y los líderes republicanos lucharon durante toda la noche para alcanzar soluciones de última hora.

Por cada facción que Johnson logra apaciguar dentro de la ajustada mayoría, pierde apoyo de otros sectores. Un acuerdo tentativo para aumentar las deducciones fiscales en 40.000 dólares, impulsado por algunos legisladores republicanos de Nueva York y otros estados con altos impuestos, generó preocupación entre los conservadores más estrictos sobre el incremento de la deuda nacional que ya asciende a 36 billones de dólares.

El legislador Andy Harris, un republicano de Maryland y presidente del Caucus de la Libertad de la Cámara, expresó sus dudas sobre la viabilidad del paquete en la cámara baja, aunque aseguró que “hay una vía que podemos seguir”.

Este momento es crucial tanto para el presidente como para el partido en el Congreso. Han invertido significativamente su capital político en este proyecto durante los primeros meses del regreso de Trump a la Casa Blanca. Si los republicanos en la Cámara de Representantes se alinean con el presidente, superando la unificación de los demócratas en su oposición, el proyecto podría avanzar al Senado.

“Estamos haciendo grandes avances. Estamos muy cerca”, declaró Trump desde la Casa Blanca.

Un análisis reciente de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) indicó que las medidas fiscales aumentarían los déficits federales en 3,8 billones de dólares en la próxima década. Adicionalmente, los cambios en Medicaid y en la asistencia para alimentos podrían culminar en una reducción del gasto de 1 billón de dólares. El beneficio para los hogares de bajos ingresos se vería reducido, mientras que aquellos de mayores ingresos resultarían favorecidos por el paquete.

Los republicanos llevaron a cabo la audiencia del Comité de Reglas de la Cámara poco después de la medianoche, pero el plazo de la aprobación del proyecto para el Día de los Caídos se extingue mientras los representantes se preparan para partir hacia el feriado.

El núcleo de la propuesta se enfoca en extender los recortes fiscales aprobados durante el primer mandato de Trump en 2017, e incorporar nuevas medidas que fueron promocionadas en su campaña para 2024.

Para paliar parte de los ingresos perdidos por estas reformas, los republicanos planean llevar a cabo recortes en los programas de seguridad social y revertir de manera considerable los créditos fiscales para energías verdes, establecidos durante la administración del presidente Joe Biden.

Asimismo, el paquete contempla 350.000 millones de dólares en nuevos gastos, de los cuales aproximadamente 150.000 millones estarían destinados al Departamento de Defensa, incluyendo el financiamiento para el nuevo escudo de defensa denominado “Cúpula Dorada”, y el restante se asignará a la agenda de deportación y seguridad fronteriza de Trump.

El paquete lleva como lema las palabras de Trump: “Un Gran y Hermoso Proyecto de Ley”.

Como compromiso fiscal, este propone la eliminación de impuestos sobre las propinas para ciertos trabajadores en industrias de servicios específicas, así como modificaciones en el tratamiento fiscal de préstamos para automóviles y pagos por horas extras.

Se prevé un aumento en la deducción estándar del impuesto sobre la renta, estableciéndola en 32.000 dólares para parejas declarantes, y un incremento del crédito fiscal por hijos a 2.500 dólares. También se incluiría una deducción mejorada de 4.000 dólares para adultos mayores con determinadas limitaciones de ingresos, para mitigar el impacto fiscal sobre el Seguro Social.

Con el objetivo de reducir gastos, el proyecto impondría nuevos requisitos laborales para quienes reciben atención médica mediante Medicaid. Los adultos sin discapacidades y sin dependientes tendrían que cumplir con 80 horas mensuales de trabajo o participar en actividades comunitarias.

Asimismo, quienes acceden a cupones de alimentos a través del programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) enfrentarían similar exigencia laboral.

Los estadounidenses mayores de hasta 64 años que están en condiciones de trabajar y no tienen dependientes deberán cumplir con los requerimientos de trabajo, al igual que algunos padres de niños mayores de 7 años, aunque actualmente el requisito se aplica una vez que los hijos cumplen 18 años.

Los republicanos han argumentado que buscan erradicar el desperdicio, el fraude y el abuso dentro de los programas federales.

Según la CBO, se estima que alrededor de 8,6 millones menos de personas tendrían acceso a cobertura de salud como resultado de las reformas a Medicaid y la Ley de Cuidado de Salud Asequible. También se prevé que 3 millones menos recibirían beneficios de SNAP mensualmente debido a estos cambios.

Los conservadores están presionando por un ritmo más ágil y severo de recortes a los programas federales para equilibrar el costo del considerable ingreso fiscal que se espera perder. Los líderes del Partido Republicano han acelerado la implementación de los requisitos laborales de Medicaid, pasando de 2029 a 2027.

Al mismo tiempo, legisladores moderados y centristas muestran cautela ante las modificaciones a Medicaid que podrían resultar en la pérdida de atención médica para sus electores. Otros temen que recortes en los créditos fiscales de energía renovable perjudiquen la capacidad de las empresas para invertir en proyectos de energía verde.”

Los legisladores de Nueva York, California y otros estados con altos impuestos también abogan por un incremento más sustancial en la deducción para impuestos estatales y locales (SALT), un punto crucial para sus votantes.

El proyecto de ley previsto triplicaría el límite actual de 10.000 dólares en la deducción de impuestos estatales y locales a 30.000 para aquellas parejas con ingresos de hasta 400.000 dólares al año. Sin embargo, los defensores del cambio buscan un aumento mayor. Se han conversado acuerdos para elevar la deducción a 40.000 dólares con un tope de ingresos de 500.000, aunque con un límite decreciente para ingresos superiores.

La Comisión para un Presupuesto Federal Responsable, un grupo fiscal independiente, prevé que el proyecto de ley de la Cámara pueda sumar aproximadamente 3,3 billones de dólares a la deuda nacional en la próxima década.

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El periodista de The Associated Press Chris Megerian contribuyó a este informe.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.