Lula de Brasil sufre inédito rechazo a decreto en el Congreso tras 32 años

SAO PAULO (AP) — El Congreso brasileño desautorizó el miércoles un decreto presidencial por primera vez en más de tres décadas, al rechazar la medida propuesta por Luiz Inácio Lula da Silva que buscaba incrementar un impuesto sobre transacciones financieras. Este momento marcó una señal de debilidad en el respaldo a su gobierno de centroizquierda.

Los aliados de Lula lograron únicamente 98 votos a favor, frente a 383 en contra, en la cámara baja, donde se intentó mantener el aumento del impuesto que regulaba algunas transacciones, como las de cambio de divisas y el uso de tarjetas de crédito. A las pocas horas, el Senado también se unió al rechazo del decreto.

Este suceso se convirtió en la primera revocación de un decreto presidencial en Brasil desde 1992, un duro golpe para Lula a un año de que se inicie la campaña electoral presidencial.

A pesar de que los funcionarios del gobierno habían mencionado que el decreto había sido negociado previamente con líderes del Congreso, entre ellos el presidente de la Cámara de Diputados, Hugo Motta, y Davi Alcolumbre, presidente del Senado, la oposición prevaleció.

Motta, considerado un político moderado, subrayó que esta votación “habla por sí misma” y que cada poder debe comprender los límites del otro, reafirmando así los pilares de la democracia. Sin embargo, no ofreció mayores detalles sobre el proceso.

Thomas Traumann, consultor político y exministro brasileño, mencionó que esta decisión del Congreso es indicativa de que Lula “no cuenta con una mayoría sólida” en el ámbito legislativo. Consideró que este rechazo constituye una derrota histórica para el presidente, cercana a un año de las elecciones. “Si esto fuera un sistema parlamentario, habría sido el fin de este gobierno”, añadió Traumann.

El último presidente al que se le anuló un decreto fue Fernando Collor, hace más de 32 años, poco antes de ser destituido. Su caso estaba relacionado con bonos emitidos por el gobierno. A partir de la administración de Michel Temer, entre 2016 y 2018, el Congreso brasileño asumió el control sobre gran parte del presupuesto, aunque el presidente aún puede incrementar ciertos impuestos mediante decreto.

En respuesta a este revés, el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, anunció que el gobierno considera tres vías para abordar la decisión del Congreso: elevar el asunto ante el Supremo Tribunal Federal, buscar nuevas fuentes de ingresos o recortar el presupuesto nacional.