La jueza detiene nueva medida de la Casa Blanca contra estudiantes de Harvard

WASHINGTON (AP) — Una jueza federal bloqueó el lunes una nueva medida del presidente Donald Trump que buscaba prohibir el ingreso de alumnos internacionales a la Universidad de Harvard. La magistrada argumentó que los "intentos erróneos del gobierno para controlar una institución académica de renombre" comprometían la libertad de expresión.

La decisión de la jueza del Distrito de Estados Unidos, Allison Burroughs, permitió a los estudiantes extranjeros continuar viajando al país para cursar estudios en Harvard mientras se decide sobre el asunto en cuestión.

El presidente Trump había propuesto limitar la matrícula de estudiantes internacionales en Harvard como parte de un esfuerzo más amplio por presionar a la universidad para que cambie sus políticas y gobernanza. Adicionalmente, la administración había recortado más de 2.600 millones de dólares en financiamiento para investigaciones, cancelado contratos federales, y amenazado con quitar la exención fiscal a la universidad, a la que el presidente criticó por considerarla un bastión del liberalismo.

Harvard presentó una demanda contra el Departamento de Seguridad Nacional el pasado mayo, luego de que la agencia revocara su certificación para admitir estudiantes internacionales y para emitir visas. Esta decisión obligaría a aproximadamente 7.000 estudiantes extranjeros a cambiar de universidad o ponerse en riesgo de perder su estatus legal en el país.

La universidad argumentó que la medida era una represalia ilegal por su negativa a acatar las demandas de la Casa Blanca sobre reformas en sus políticas respecto a las protestas en el campus, procesos de admisión y contrataciones. Burroughs suspendió temporalmente la medida tras la denuncia de Harvard y emitió una orden judicial preliminar el viernes.

Esta última decisión se produce en lo que parece ser un conflicto continuo entre Trump y Harvard, ya que el presidente ha manifestado su desacuerdo con la universidad después de que esta se negara a cumplir con una serie de solicitudes de la administración que buscaban abordar quejas conservadoras sobre la supuesta inclinación liberal del centro educativo.

El viernes, Trump publicó en su red social Truth Social que la administración había trabajado con Harvard para resolver sus "irregularidades" y que posiblemente se alcanzaría un acuerdo en breve. La publicación afirmaba que Harvard había estado actuando de manera adecuada durante las negociaciones.

Los estudiantes internacionales, que constituyen alrededor del 25% del cuerpo estudiantil de Harvard, fueron arrastrados a esta disputa en abril cuando la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, solicitó a la universidad una gran cantidad de registros sobre cualquier actividad peligrosa o ilegal que pudieran haber realizado. Harvard asegura que cumplió con esta solicitud, pero Noem consideró que su respuesta fue insuficiente y, como consecuencia, revocó su certificación en el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio el 22 de mayo.

La sanción dejó a la universidad en desventaja cuando competía por atraer a los mejores estudiantes a nivel global, como se detalla en su demanda. "Sin sus estudiantes internacionales, Harvard no es Harvard", sostiene el reclamo.

Alan Garber, presidente de Harvard, declaró anteriormente que la universidad había implementado cambios para afrontar el antisemitismo y que, a pesar de las presiones federales, no se apartaría de los "principios fundamentales y legalmente protegidos" que guían su accionar.