Israel revela plan para concentrar a población de Gaza en zona fronteriza restringida

JERUSALÉN (AP) — El ministro de Defensa de Israel expuso recientemente sus planes para agrupar a cientos de miles de palestinos en una zona restringida de la Franja de Gaza, a lo largo de la frontera con Egipto, según informes de medios locales. Esta propuesta parecería ser la última de una serie de estrategias del gobierno israelí para ejercer un control prolongado sobre el territorio y trasladar gran parte de su población de aproximadamente dos millones de personas. Críticos advierten que esto equivaldría a un desplazamiento forzoso, en violación del derecho internacional, debido a que la ofensiva y el bloqueo de Israel han hecho que Gaza sea prácticamente inhabitable.

Las autoridades israelíes sostienen que el propósito es separar a la población civil de Hamás, que aún controla fracciones de Gaza y mantiene a numerosos rehenes capturados durante el ataque del 7 de octubre de 2023, que desató el conflicto. Además, indican que los palestinos tendrían la opción de emigrar.

El presidente estadounidense, Donald Trump, quien se mostró optimista respecto a un alto al fuego y la posible finalización del conflicto, también ha manifestado su respaldo hacia la reubicación masiva de palestinos fuera de Gaza.

El ministro de Defensa, Israel Katz, expuso estos planes durante una reunión privada con periodistas militares israelíes el lunes. Su oficina no respondió a una solicitud de comentarios sobre los reportes que circularon en diversos medios israelíes. Katz mencionó que había instruido al ejército a diseñar un plan para implementar lo que llamó una “ciudad humanitaria” en Rafah, la ciudad más meridional de Gaza, que ha sido devastada por la guerra y está mayormente deshabitada.

Katz supuestamente indicó que los palestinos no tendrían la posibilidad de salir una vez que fueran ingresados a esta zona. Inicialmente, el ejército proyecta trasladar a 600.000 palestinos desde una actual zona humanitaria en la costa, con la intención de eventualmente reubicar a toda la población en Rafah. El ministro indicó que Israel busca colaboración de un organismo internacional no especificado para proporcionar asistencia mientras las tropas israelíes aseguran el perímetro.

Sostuvo que la construcción de la ciudad podría comenzar durante un alto el fuego de 60 días que se discute actualmente entre Trump y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Washington. Hamás ha manifestado que solo liberará a los rehenes restantes a cambio de un alto al fuego duradero y la retirada de las fuerzas israelíes. Para los palestinos, Gaza representa un parte integral de su patria nacional y se oponen enfáticamente a cualquier plan que implique su desarraigo.

Tanto Trump como Netanyahu han comentado que la población de Gaza debería ser reubicada en otros países, lo que ellos consideran una emigración voluntaria. Durante su reunión en la Casa Blanca, Netanyahu insistió en que los palestinos deberían tener una “libre elección” para quedarse o irse. No obstante, los palestinos temen que, incluso si se marchan temporalmente para escapar de la guerra, Israel no les permitiría regresar, lo que podría evocar el éxodo masivo vivido antes y durante la guerra de 1948 en torno a la creación de Israel.

Katz expresó su esperanza de que el “plan de emigración” se materialice y reveló que Netanyahu estaba liderando esfuerzos para encontrar países dispuestos a acoger a los palestinos, según el diario israelí Haaretz. Sin embargo, grupos de derechos advierten que concentrar a la población en la frontera con Egipto podría generar condiciones catastróficas, obligando a los palestinos a marcharse.

“Forzar a las personas a lo que se asemeja a un enorme campo de concentración rememora capítulos oscuros de la historia”, declaró Tania Hary, directora ejecutiva de Gisha, una organización israelí que defiende el derecho de los palestinos a la libertad de movimiento. “El liderazgo de Israel no ha sido tímido al expresar su objetivo de expulsar a los palestinos de Gaza y mantener un control continuado sobre amplias áreas del territorio”, aseguró.

Israeli y Estados Unidos ya han empezado a implementar un programa de distribución de ayuda en Rafah, que ha estado marcado por la violencia y la controversia. Cientos de palestinos han muerto o resultaron heridos intentando llegar a los lugares administrados por la Fundación Humanitaria de Gaza, una entidad apoyada por Israel y Estados Unidos, según datos de hospitales locales. Testigos y funcionarios de salud palestinos han afirmado que las fuerzas israelíes abrieron fuego en repetidas ocasiones hacia multitudes que se dirigían a los sitios, aunque el ejército argumentó que disparó balas de advertencia a quienes se acercaron de manera sospechosa.

La Fundación Humanitaria de Gaza niega que haya habido violencia en sus instalaciones, que se encuentran dentro de zonas militares israelíes y son inaccesibles para medios independientes. Dos contratistas estadounidenses informaron a The Associated Press que sus colegas utilizaron munición real y granadas aturdidoras mientras las multitudes intentaban acceder a alimentos, algo que la fundación negó, además de rechazar cualquier implicación en un plan de reubicación de la población.

No obstante, en una conferencia de prensa en mayo, Netanyahu pareció vincular ambas iniciativas, sugiriendo que Israel aplicaría el nuevo programa de ayuda y luego establecería una “zona estéril” en el sur de Gaza, sin la presencia de Hamás, donde se reubicaría a la población palestina. Netanyahu también ha afirmado que Israel mantendrá un control duradero sobre Gaza, desestimando cualquier papel para la Autoridad Palestina reconocida internacionalmente, liderada por rivales políticos de Hamás.