Investigación en Argentina por irregularidades en vuelo desde EEUU: el gobierno niega vínculos

BUENOS AIRES (AP) — La justicia argentina analiza la llegada al país de un avión proveniente de Estados Unidos que trajo un equipaje sospechoso que no habría sido revisado por aduanas. La única pasajera del vuelo, con vínculos políticos conservadores, fue vista junto al presidente Javier Milei.

El gobierno, a través de sus funcionarios, negó cualquier tipo de irregularidad relacionada con lo que en Argentina ha sido denominado el escándalo de las valijas. Este escándalo cobró mayor relevancia tras un dictamen de dos fiscales, quienes indicaron una serie de irregularidades en el vuelo privado y en el manejo del equipaje.

El caso ha captado la atención mediática, especialmente porque el avión aterrizó el 26 de febrero en Buenos Aires con Laura Belén Arrieta a bordo, quien participó en la organización de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en diciembre de 2024 en Washington, a la que Milei asistió y con la que se fotografió.

Arrieta trabaja para Leonardo Scatturice, empresario argentino señalado como uno de los puentes entre el gobierno argentino y el círculo cercano al expresidente estadounidense Donald Trump, quien apoya estas cumbres conservadoras.

Pocos días antes de la llegada del avión, Milei, un político conservador de extrema derecha, había estado en otro evento de la CPAC en Washington.

Juan Pazo, director de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero, salió a defender el accionar de su equipo en relación con videos y pruebas presentados por los fiscales Claudio Navas y Sergio Rodríguez, quienes habrían demostrado que el equipaje de ese vuelo no pasó por el mismo control que los otros pasajeros de vuelos similares.

Pazo destacó que el escaneo de equipaje es “un derecho selectivo del personal de Aduana” y que el avión había cumplido con las normativas de seguridad de los EE. UU.

El dictamen al que accedió la AP resalta la “discrepancia entre los cinco paquetes declarados oficialmente” y las imágenes que muestran más de diez bultos transportados en el vuelo. Los documentos indican que la pasajera y los tripulantes no atravesaron los escáneres de aduana y no fueron sometidos a revisión, lo cual contrasta con la atención que recibieron otros viajeros en esa misma jornada.

También destacó deficiencias en el registro migratorio de los involucrados y cuestionó la falta de documentos que justifiquen la inspección de los bultos. Existen dudas sobre si el avión despegó realmente del aeropuerto de Fort Lauderdale o desde el aeropuerto de Opa-Locka, ambos en Florida.

Los fiscales han sugerido una serie de medidas para avanzar en la investigación y, aunque no han revelado el contenido de los bultos, continúa la incógnita sobre su naturaleza. Arrieta y los tripulantes son empleados de OCP Tech, la empresa propietaria de la aeronave, que también negó irregularidades en su ingreso a Argentina.

El avión permaneció en Buenos Aires desde el 26 de febrero hasta el 5 de marzo, cuando partió hacia París, haciendo una escala en Tenerife.