Inundaciones mortales en Texas: el impacto de la intensa humedad atmosférica

WASHINGTON (AP) — Un nivel de humedad extraordinario en la atmósfera propició una tormenta que avanzó lentamente, desencadenando lluvias intensas en el centro de Texas. Esta situación creó las condiciones perfectas para las mortales inundaciones repentinas que ocurrían en las primeras horas de la mañana, cuando la población se encontraba desprevenida, según los meteorólogos.

Durante la madrugada del viernes, se registraron más de 30 centímetros (12 pulgadas) de lluvia en la región de Texas Hill Country en un corto periodo, provocando un ascenso rápido de los niveles de agua, según la consultora meteorológica AccuWeather. La zona es naturalmente vulnerable a inundaciones repentinas, pero la magnitud de esta tormenta fue inusitada, cayendo durante horas críticas de la noche. Hasta el momento se han reportado más de dos docenas de decesos y múltiples rescates.

Los meteorólogos indicaron que el calentamiento global, atribuido a actividades humanas, incrementó la capacidad de la atmósfera para retener humedad, permitiendo que las tormentas produzcan precipitaciones más intensas. Sin embargo, resulta difícil asociar eventos climáticos específicos con el calentamiento global inmediatamente después de que ocurren.

En las semanas recientes, las inundaciones repentinas alimentadas por lluvias intensas se volvieron mortales en varias áreas de Texas y Virginia Occidental. En junio, en San Antonio, más de 18 centímetros (7 pulgadas) de lluvia cayeron en pocas horas, requiriendo el rescate a decenas de personas y resultando en al menos 13 muertes. Simultáneamente, en Virginia Occidental, al menos nueve personas perdieron la vida tras precipitaciones de hasta 10 centímetros (4 pulgadas) en 40 minutos, que originaron inundaciones repentinas en Wheeling.

El agua fluye sobre tierra dura

Robert Henson, meteorólogo y escritor de Yale Climate Connections, expresó que la reciente tormenta en Texas tuvo características de un evento extremadamente raro. Esta sucedió en la región de Texas Hill Country, donde el agua se desplaza con rapidez por colinas inclinadas hacia pequeñas cuencas fluviales que se desbordan con facilidad. 'Como suele pasar en los peores desastres, múltiples factores se combinaron de manera trágica', añadió.

La zona había padecido sequías, lo que facilitó que el agua fluyera sin ser absorbida por el terreno seco. Esto representó un riesgo significativo para los niños en campamentos cercanos. 'Una repentina oleada de lluvia de esta naturaleza tiene poca capacidad de ser absorbida', comentó Brett Anderson, meteorólogo superior de AccuWeather. 'El agua corre como si fuera sobre concreto'.

La cantidad de agua generada fue impresionante. Ryan Maue, ex científico jefe de la NOAA y actual meteorólogo privado, estimó que la tormenta había liberado más de 450.000 millones de litros (aproximadamente 120.000 millones de galones) en el condado de Kerr, el más afectado por el fenómeno.

Una tormenta con mucho combustible

La humedad fue suministrada al meteoro desde diversas direcciones. La tormenta tropical Barry, que se formó brevemente el fin de semana anterior, había atravesado México y sus restos se dirigieron hacia Texas. Sin embargo, la corriente en chorro, que generalmente facilita el desplazamiento de patrones climáticos, no estaba presente para guiar esa humedad.

'Normalmente, los sistemas meteorológicos y los remanentes de sistemas tropicales son impulsados por la corriente en chorro, pero actualmente no existe sobre Texas', comentó Winkley. 'Es, en esencia, un sistema meteorológico sin una ruta para salir del estado'.

El agua cálida del Golfo de México, unida a la humedad proveniente del Pacífico, ofreció un amplio sustento a la tormenta. Winkley destacó que en el área inundada, el cambio climático podría resultar en tormentas menos frecuentes, pero mucho más severas.

En general, una atmósfera más cálida es capaz de retener mayor humedad, creando así las condiciones propicias para que las tormentas produzcan más precipitaciones. 'Con el cambio climático, la atmósfera se calienta cada vez más. Una atmósfera más cálida puede almacenar mucha más humedad, y, evidentemente, hemos observado un aumento considerable de la humedad atmosférica en los últimos años, en comparación con lo que solíamos tener', concluyó Anderson.