Ecuador interrumpe bombeo de petróleo ante riesgos en oleoductos claves

QUITO (AP) — El bombeo de petróleo, esencial para la economía ecuatoriana, se interrumpió en los dos oleoductos más importantes del país debido a riesgos relacionados con deslaves y movimientos de tierra provocados por un intenso invierno, según informaron las autoridades del sector.

La compañía estatal Petroecuador anunció la suspensión “preventiva” del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) en la noche del miércoles, en respuesta al aumento del nivel del Río Loco, en la provincia de Napo, localizada en la región amazónica.

Esta medida se suma a la decisión anterior del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), que también detuvo el transporte de crudo como precaución ante la erosión que avanzaba rápidamente en la zona donde se encuentran ambos oleoductos.

El SOTE, que conecta los campos petroleros de la Amazonía con la terminal marítima de Balao, al norte de Ecuador, es el oleoducto más grande del país y tiene una capacidad de transporte de 275.000 barriles diarios.

Por su parte, el OCP, que tiene una extensión de 485 kilómetros, corre en paralelo al SOTE desde la Amazonía hacia el océano Pacífico. Las autoridades no pudieron aclarar, a un requerimiento de la AP, los efectos que conlleva esta paralización del sistema de transporte de petróleo, ni tampoco se pronunció sobre posibles repercusiones en las exportaciones.

Diez días antes del cierre, el SOTE había reanudado las operaciones, luego de haber estado parado por una semana debido a la ruptura de una tubería a causa de un alud. En esa oportunidad, se realizaron trabajos de reparación en un tramo que se encuentra en la provincia de Sucumbíos.

En marzo, el SOTE también había declarado una emergencia debido a un deslizamiento de tierra en Esmeraldas, donde se rompió la tubería y se derramaron alrededor de 25.000 barriles de crudo, lo que afectó a cultivos y cuerpos de agua.