Jorge Glas, el exvicepresidente ecuatoriano, suma 13 años de prisión por corrupción

QUITO (AP) — Jorge Glas, exvicepresidente de Ecuador, fue condenado nuevamente el lunes a 13 años de prisión por un caso de corrupción que involucra el mal uso de fondos públicos destinados a la reconstrucción de provincias afectadas por un terremoto en 2016. La Corte Nacional de Justicia determinó que Glas, además, quedará inhabilitado de por vida para ejercer cualquier cargo público.

La jueza Mercedes Caicedo, al leer la sentencia, fue contundente al señalar que los recursos obtenidos a través de impuestos de los ciudadanos ecuatorianos fueron mal administrados, destinándose a construcciones que resultaron inservibles y sin utilidad, desoyendo completamente la ley de Solidaridad y faltando al respeto a las víctimas del terremoto.

En la actualidad, Glas cumple varias condenas, incluyendo penas de seis y ocho años en otros casos de corrupción. Uno de estos casos también salpicó al expresidente Rafael Correa, quien se encuentra actualmente fugado. Glas se encuentra recluido en una prisión de máxima seguridad, donde ha estado enfrentando su legalidad desde el inicio de la gestión de Lenín Moreno en 2018, periodo que marcó su salida del cargo de vicepresidente por acusaciones de corrupción en el caso Odebrecht.

El fallo contra Glas no solo implica la encarcelación, sino también la pérdida de derechos políticos por 25 años y el deber de pagar una multa de 28.800 dólares. La Corte estableció que, además de los años de prisión, el exvicepresidente deberá asumir una penalización económica que suma 250 millones de dólares, que deberá compartir con otros implicados, con el fin de reparar el daño ocasionado a las víctimas del terremoto.

Con esta nueva condena, se agrega un capítulo más a la historia judicial de un exvicepresidente que ha visto su carrera política desplomarse ante las evidencias de corrupción y malos manejos dentro del gobierno que formó parte. Sus posibles apelaciones no detendrán el eco de su reciente condena, que continúa generando revuelo en la sociedad ecuatoriana, ansiosa por justicia y transparencia en la administración pública.