Armenia detiene a arzobispo bajo acusaciones de conspiración contra el gobierno

Los servicios de seguridad de Armenia detuvieron el miércoles a uno de los líderes religiosos más destacados del país, enfrentándose a acusaciones de terrorismo por supuestamente planear derrocar al gobierno. Este arresto representa la segunda detención de un importante opositor político en solo una semana.

El arzobispo Bagrat Galstanyan, que desempeña un papel clave en la influyente Iglesia Apostólica, fue capturado por el Comité de Investigación armenio. 

Se lo acusa de haber diseñado un plan que incluía la colocación de explosivos y la iniciación de incendios, con el objetivo de interrumpir el suministro eléctrico y provocar accidentes en las principales carreteras para congestionar el tráfico. Su defensa considera que las acusaciones son pura “ficción”.

Galstanyan lidera el movimiento opositor Lucha Sagrada y ha demandado la renuncia del actual primer ministro Nikol Pashinyan, quien fue objeto de grandes protestas el año pasado tras la decisión de Armenia de ceder varias localidades fronterizas a Azerbaiyán y de normalizar las relaciones entre los dos países. 

En este sentido, Lucha Sagrada también condenó los cargos como infundados, acusando al gobierno de reprimir las libertades políticas.

Dicha figura es el obispo de la Diócesis de Tavush, en el noreste de Armenia, y ha liderado movimientos que se oponen a la entrega de pueblos en una región que fue parte de la antigua Unión Soviética. 

Aunque el tema de la cesión territorial fue el desencadenante inicial, las quejas en relación a Pashinyan han crecido diversificándose a muchos otros aspectos.

El primer ministro justificó la entrega de territorios tras una breve pero intensa campaña militar de Azerbaiyán en septiembre de 2023, donde el ejército obligó a los separatistas armenios en Karabaj a rendirse. 

En su defensa, Pashinyan comunicó en redes sociales que los cuerpos de seguridad habían desmantelado un plan del “clero oligarca criminal” para desestabilizar al país.

Otras 13 personas fueron arrestadas en el marco de operativos donde las fuerzas del orden realizaron más de 90 registros domiciliarios vinculados a activistas de la oposición. Durante las redadas, se incautaron armas y municiones. 

El abogado de Galstanyan, Sergei Harutyunyan, destacó que, a pesar de una exhaustiva búsqueda de seis horas en la residencia del arzobispo, solo se encontraron bombas de humo comúnmente utilizadas en manifestaciones.

A pesar de los intentos de derrocar a Pashinyan, la relación entre él y la Iglesia Apostólica se ha deteriorado. El 8 de junio, el primer ministro exigió la renuncia del Catolicós Karekin II, tras acusaciones sobre su vida personal. 

La credibilidad de la iglesia ha sido igualmente posta en duda, lo que ha llevado a reacciones adversas de figuras prominentes, como el empresario ruso-armeno Samvel Karapetyan.

Karapetyan, detenido recientemente tras instar a tomar el poder, fue señalado por el primer ministro, quien luego enfatizó que su compañía, Redes Eléctricas de Armenia, será nacionalizada.