La bronca de Colapinto tras el GP de Las Vegas: "No hay nada positivo"

Franco Colapinto vivió un Gran Premio de Las Vegas para el olvido. Terminó en el 17° puesto, último entre los que completaron la carrera, luego de que su Alpine sufriera daños tras un toque con Alexander Albon en la largada. A la salida del circuito, el piloto argentino no ocultó su enojo y ofreció un crudo balance de lo ocurrido.

“Fue una carrera frustrante, fui muy lento, tenía 0 grip. No sé si fue por los daños, pero fue un desastre el auto. No podía acelerar, no podía doblar con freno, cada vez que cargaba la rueda trasera, se movía”, declaró Colapinto ante la prensa.

“Tenía muy poco grip, iba patinando por todos lados. Se sentía muy mal el auto y costó en general. No encontramos balance en ningún momento de la carrera, la parte de atrás se movía todo el tiempo. Habrá que trabajar para la próxima”, agregó.

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El origen del problema, según explicó, fue el golpe de Albon (Williams) que afectó el difusor trasero de su A525.

Esa pieza es clave para la carga aerodinámica, especialmente en un circuito urbano como el de Las Vegas, y su rotura “no te está ayudando para nada”, según reportó el equipo por radio durante la competencia.

Colapinto también cuestionó la gestión de su equipo: “Fue un sprint muy largo con medios. Las duras se sentían mejor, pero paramos muy temprano”, afirmó.

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Además, señaló que aunque logró completar la carrera, le resulta difícil rescatar algo positivo. “Es bueno seguir completando las vueltas, pero da bronca no ser competitivo”, sostuvo.

A su frustración se sumó un momento particular tras la carrera: los fuegos artificiales en Las Vegas lo hicieron explotar. “Se creen que es Navidad… hay perros, animales”, afirmó visiblemente irritado. “La guita que se gastan en esa pelot…”, lanzó en un momento.

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Desde Alpine intentaron llevar un mensaje de contención. El equipo publicó en sus redes: “Una difícil para Franco Colapinto con daños en el auto. Aprendizaje para tomar juntos como equipo.”

Para el piloto, el golpe no es sólo físico sino también simbólico. Tras una largada complicada y un auto que “simplemente no funcionó en toda la carrera”, como dijo a Grande Prêmio, Colapinto siente que tuvo poco margen para pelear.

Ahora, fija la mirada en el próximo Gran Premio en Catar, con la esperanza de que su Alpine recupere el ritmo y le dé una chance real de sumar puntos