Tarta de sapos, fría, para Cristina

El nuevo proyecto de ley acordado entre el gobierno y la oposición para avalar el nuevo crédito multimillonario del FMI a la Argentina le va a dar un síncope a Cristina Fernández.

Porque ha desaparecido del texto original una parte clave para el relato kirchnerista.

El proyecto original contenía en sus fundamentos, en los antecedentes y en los anexos largas peroratas y críticas contra la deuda por 44 mil millones de dólares tomada con el FMI por el gobierno de Cambiemos. Entre otras cosas, remarcaba que esta nueva ley no implicaba que el gobierno dejara de impulsar la querella criminal que impulsó contra Macri y sus funcionarios por aquella deuda. Era todo para la tribuna. Es un absurdo considerar delito la toma de una deuda en una ley en la que, lejos de rechazar esa deuda, estás pidiendo que te la renueven.

A todo eso ya lo había planteado Alberto Fernández cuando hace unas semanas transformó su discurso ante la asamblea legislativa en un tributo a Cristina. Fernández no tuvo mejor idea allí que pedirles el voto a los opositores para renovar el crédito con el FMI al mismo tiempo que los trataba de delincuentes por haber firmado el crédito original. Eso fue lo que originó la famosa retirada de los diputados del PRO, que dejaron sus bancas vacías.

Bueno, ahora, en el nuevo texto del proyecto que tuvo que acordar Alberto con los opositores, todas esas referencias desaparecieron. Se acordó que el proyecto no llevará fundamentos, y tampoco contendrá anexos ni antecedentes. Oficialistas y opositores podrán decir lo que quieran en la cámara, pero para la historia, en el texto de la ley, no habrá mención a la toma original de deuda con el FMI.

Para Cristina y el camporismo va a ser un sapo difícil de tragar. Ellos pretendían un texto en el cual los cambiemitas prácticamente se autoincriminaran por haber tomado un préstamo que en definitiva se tomó para reemplazar otros créditos y bancar el gasto y los déficits desorbitados acumulados desde 2008. Pero ahora el texto no dirá nada. Más que un sapo, para una que yo sé va a ser como tragarse una tarta de sapos, entera y fría.