Ley antilaboral: la indemnización o la vida

Alberto Chinkies, propietario del restaurante Piegari en Buenos Aires, denuncia que debe cerrar el local debido a un juicio laboral que le obliga a pagar 200 millones de pesos, aproximadamente 135 mil dólares. Esta situación afecta a unas 100 personas que trabajan en el establecimiento.

Chinkies explica que la condena se genera tras despedir a un mozo de 25 años de antigüedad. Durante la pandemia, el empleado no volvió a trabajar a pesar de la reapertura de la industria. "No respondía los mensajes, luego se supo que había iniciado un emprendimiento propio", agregó Chinkies.

El propietario destaca la gravedad de la sentencia al afirmar: "No puedo pagar sueldos, proveedores ni opero porque tengo todas mis cuentas embargadas". La situación se convierte aún más compleja ya que la jueza a cargo del caso, Lucrecia Pedrini, impone una indemnización mayor a la solicitada.

Chinkies critica la legislación laboral argentina, señalando que es un reflejo de la industria del juicio que favorece el abuso: "La discusión no es si corresponde pagar por la antigüedad, sino cómo funciona este sistema que lleva a indemnizaciones desmesuradas".

El empresario resalta que la ley laboral fomenta la creación de pasivos eventuales, lo que amenaza la viabilidad de empresas consolidadas como Piegari: "Esto exige un cambio cultural, ya que muchos empleados creen que las empresas ahorran para sus indemnizaciones, cuando en realidad no es así".

Finalmente, Chinkies manifiesta: "La mayoría de los países tienen sistemas de seguros de desempleo que permiten al trabajador recibir un pago mensual al finalizar la relación laboral. En Argentina, la situación debe transformarse para fomentar la estabilidad y sostenibilidad de las labores".